viernes, noviembre 21, 2008

"Today only ashes remain."

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Te quise más de lo que debí.

Ahora lo sé. Y sí fue tu culpa, a pesar de las incontables veces que te dije que no era así.

miércoles, noviembre 19, 2008

Vanilla Sky

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¿Quién podría imaginar que una pequeñ acción, una pequeña decisión, afectará toda nuestra vida, dejando cicatrices físicas y emocionales?

No me canso de ver esta película, y cada vez que lo hago ecuentro algo nuevo con que custionar la vida. Me hace preguntarme a mí mismo: si puediera escoger vivir en un sueño donde todo sea creado por mí y para mi comodidad o vivir en la realidad que todos conocemos, ¿cuál sería mi elección? Es horrible pensar en las consecuencias. Las concecuencias que lentamente nos alcanzan y de una manera u otra nos cambian. 
¿Son ellas justicia divina, o simple injusticia de parte de la vida?

Recomiendo el filme ampliamente. Nos recuerda lo que se siente estar enamorados y el sentimiento que se sufre cuando alguien está tan lejos aun si parece estar tan cerca. Magnificas escenas y actuación, y principalmente el guión y las ideas que ofrece.

Todo el credito es realmente para "Abre los ojos", el filme español que sirvió de base para "Vanilla Sky", aunque no he visto bien la primera, y dado que la versión estadounidense me fascinó... aquí está. 

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CITAS:
"Isn’t that what being young is about, believing secretly that you would be the one person in the history of man that would live forever?"

"My dreams are a cruel joke. They taunt me. Even in my dreams, I'm an idiot who knows he's about to wake up to reality. If I could only avoid sleep. But I can't. I try to tell myself what to dream. I try to dream that I am flying. Something free. It never works..."

"That smile's gonna be the end of me."

"The little things... there's nothing bigger, is there?"

"I lost you when I got in that car."

"Look at us. I'm frozen, and you're dead. And I love you."

"I want to live a real life... I don't want to dream any longer."

"I'll tell you in another life, when we are both cats."

"Come here... I want to tell you a secret."

"I think she's the saddest girl ever to hold a martini."

"You can do whatever you want with your life, but one day you'll know what love truly is. It's the sour and the sweet. And I know sour, which allows me to appreciate the sweet."

"You will never know the exquisite pain of the guy who goes home alone, because without the bitter, baby, the sweet ain't as sweet."

"Most of us live our whole lives, without having an adventure to call our own. What is any life without the pursuit of a dream?"

"Forget everything you know about life, and just open your eyes…"

"This is a revolution of the mind."

"When did the dream become a nightmare?"



martes, noviembre 18, 2008

Albert Einstein

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"El nacionalismo es una enfermedad infantil. Es el sarampión de la humanidad"

"La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa."

"Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro."

"El misterio es la cosa más bonita que podemos experimentar. Es la fuente de todo arte y ciencia verdaderos."

"La palabra progreso no tiene ningún sentido mientras haya niños infelices."

"Juventud, ¿sabes que la tuya no es la primera generación que anhela una vida plena de belleza y libertad?"

"Si no chocamos contra la razón nunca llegaremos a nada."

"La teoría es asesinada tarde o temprano por la experiencia."

"No sé con qué armas se luchara en la tercera Guerra Mundial, pero sí sé con cuáles lo harán en la cuarta Guerra Mundial: Palos y mazas."

"Vine a Estados Unidos porque oí que en este país existía una gran, gran libertad. Cometí un error al elegir Estados Unidos como una tierra de libertad, y es un error que en el balance de mi vida ya no puedo compensar."

"Una velada en que todos los presentes estén absolutamente de acuerdo es una velada perdida."

"Cada día sabemos más y entendemos menos."

"El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón."

"El que no posee el don de maravillarse ni de entusiasmarse más le valdría estar muerto, porque sus ojos están cerrados."

"Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero si no, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío."

"No pienso nunca en el futuro porque llega muy pronto."

"Lo importante es no dejar de hacerse preguntas."

"En los momentos de crisis, sólo la imaginación es más importante que el conocimiento."




lunes, noviembre 17, 2008

In Pace Requiescat (Mi vida según mi madre) - 13/Sep/08

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─Mamá, ¿me voy a morir?
Me miró. Así era ella.
─Oh, mi vida... ─dijo.
Así era ella.
─Claro que sí.

~~~
─¿La mataste?
─Me gusta pensar que la liberé.
~~~
Mi madre nunca me dejaba comer por gusto. Aquello era vivir una vida llena de pecados y vergüenza. Si comía sin tener hambre significaría un desperdicio.
“─Ya lo verás ─decía ella─, que nunca habrá mayor satisfacción que la que alguien tiene cuando come con el estomago vacío.”
Y tenía razón. Los momentos en los que era otorgado comer eran mi paraíso. Ella me enseñó a apreciar los alimentos como sólo los más miserables pueden hacerlo.
~~~
─Todos morimos algún día, porque ésa es nuestra función.
Éramos muchos, todos en silencio y los ojos sobre ella. ¿En qué creíamos antes de saber que somos polvo? Sentí entonces cómo había comenzado a irme grano por grano, cómo cada persona en mi vida no era sino la casi completa consumación de algo que se había esfumado. Pero no mi madre; ella permanecía ahí, a pesar de todo. Ella era la única aferrándose tan fuerte a las migajas de lo que había sido.
─Pero, maestra, ¿no podemos vivir por mucho tiempo?
─No, sólo por muy poquito tiempo, como un parpadeo.
Siempre tan fría, tan desconsiderada.
─¿Cuanto vamos a vivir?
─Oh, eso yo no lo sé ─sonreía─, pero puede que muchos de ustedes mueran mañana, o esta tarde.
Tan cruel.
─Primero se van a hacer viejos, como yo ─me miró.
Tan seca.
─Luego les va a doler todo, como a mí.
Tan pútrida.
─Luego van a odiar todo, y se arrepentirán de vivir, como yo.
Tan detestable.
─Y se van a morir.
~~~
─¿Por eso la mataste?
─Sí.
─¿Por qué no tu maestra?
─Ella no era tan infeliz. No como mi madre.
~~~
Nunca tuve un padre, y mi madre jamás me dejaría tener uno.
“─Todos los hombres son basura ─me decía ─, todos y cada uno de ellos. Tú también eres basura.”
Y con el tiempo lo creí. Yo no era más que un estorbo para ella, debería estar muerto. Pero ella era buena, y me cuidaba. Eso creí.
“─Y toda la basura que ensucia a este mundo ─me miró ─debería estar muerta.”
~~~
─No, no, no, no, no, no…
Una de mis lágrimas cayó sobre la sangre. Me esforzaba por no gritar, y mi garganta se partía en dos por el esfuerzo. Sentía las miles de lágrimas resbalar desde mi rostro hasta su corazón.
Estaba muerta.
Solté el cuchillo, pero no lo pude sacar de su pecho. Caí, derrumbado. No me atreví a mirarla. Sus ojos aún se posaban sobre mí. Aun muerta, me miró.
~~~
─Ya he oido suficiente. Puedes dejar de llorar.
─Ella tan buena...
─Pero la liberaste, le impediste que siguiera viviendo en este mundo tan corrompido y sucio.
─Tan sabia...
─Bueno, ya tienes que irte, se te hace tarde. Pronto alguien la verá, y pensará que le quitaste una vida que ella quería vivir. No lo entenderán.
Miré al espejo, y eso me miró.
─Anda, vete ya ─me dijo.
~~~
─Mamá ─dije llorando ─, y cuando me muera, ¿vas a estar conmigo?
Y esa fue la respuesta que lo dijo todo, y al mismo tiempo no dijo nada.
─Mi amor ─apagó el cigarrillo y se limpió el excesivo maquillaje de las mejillas.
Me miró. Así era ella.
─Tú ya estás solo. Yo ya estoy muerta.

domingo, noviembre 16, 2008

Relatividad de la existencia.

Cariño... pienso que las cosas no existen. Un vaso, un hombre, una gallina, por ejemplo, no son realmente un vaso, un hombre, una gallina, son tan sólo la verificación de la posibilidad de existencia de un vaso, de un hombre, de una gallina. Para que las cosas existiesen realmente tendrían que ser eternas, inmortales. Sólo así dejarían de ser únicamente la verificación de ciertas posibilidades y se convertirían en cosas. En efecto, de tanto modificarse, son utilizadas por la naturaleza, la cual verifica mediante sus transformaciones todas las posibilidades de las que dispone. A manera de ejemplo, una gallina, en el momento mismo en el que cumple su "deber natural" y pone un huevo, deja de ser una gallina para convertirse en el medio a través del cual la naturaleza verifica la posibilidad de existencia del huevo y, por ende, del mundo de los volátiles. La misma ley es aplicable también al problema del espacio, tanto para el macrocosmos como para el microcosmos.
En el universo en expansión o, en todo caso, en movimiento, los planetas y las estrellas ocupan ─y verifican en sus evoluciones─ la existencia de espacios nuevos que concuerdan con su naturaleza desde el punto de vista dimensional (delo contrario se modificarían o se desintegrarían). El hombre, estimulado a su vez por la misma "causa natural", parte a ocupar nuevos espacios. Una de las propiedades que hacen que un objeto sea tal es el hecho de que por su presencia en un sitio dado impide a otros objetos tomar su lugar. Dado que no existen cosas que permanezcan invariablemente en el mismo lugar, dejan de ser objetos y se transforman en verificadores de ciertas posibilidades espaciales, es decir en energía. Lo que para los objetos se plantea como un problema espacial, para nosotros los hombres constituye un problema temporal. Cuando efectuamos una acción cualquiera, por ejemplo cuando corremos, no estamos realmente corriendo, sino que simplemente verificamos la posibilidad de correr y la existencia de la carrera y transferimos esa experiencia a la "naturaleza". En efecto, si lo comparamos con la longitud del tiempo de duración de nuestra especie, disponemos de algo sumamente limitado en el transcurso de nuestra vida para poder gozar de esa experiencia. Para existir de veras deberíamos deternos en el tiempo y comenzar a vivir nosotros mismos, así pues, ser nosotros mismos los verificadores, para nosotros mismos. En tiempos remotos, el hombre no disponía como nosotros de tecnologías de punta ni de ciencias avanzadas como las de hoy; es por ello que la posibilidad de enfrentar la muerte con cierto margen de éxito era mucho más limitada. El ser humano siempre ha idealizado la vida eterna. Hoy en día, seguimos hablando de vida eterna, aunque con una diferencia: nos es dada la posibilidad de alcanzarla. Tendríamos que orientar el conjunto de nuestros esfuerzos y de nuestras posibilidades (principalmente en el ámbito científico y tecnológico) hacia ese objetivo único. Los que para el hombre de antaño eran simples medios (que le permitían salir victorioso de la lucha eterna contra la naturaleza) se han convertido hoy en objetivos; estamos libres de la aprehensión inicial y de las reacciones que la acompañaban y nos hemos convertido en locos que corren sobre una bola que vaga a la deriva por el espacio. El temor a la muerten siempre ha sido subliminado o utilizado por los poetas, los filósofos, las religiones, los artistas, pero nunca ha sido enfrentado con la sangre fría necesaria. 
La mayoría de las actividades del hombre que hoy suelen parecer injustificadas se tornarían lógicas una vez alcanzada la inmortalidad, pues sólo en ese momento podríamos permitirnos objetivos fantásticos e irracionales destinados a brindarnos alegría (arte, investigaciones científicas, etc.). En la actualidad, la biología ha divisado cómo podría influirse sobre las células que fundan el deterioro del cuerpo humano, es decir, sobre el proceso que conduce inevitablemente hacia la muerte. Por desgracia, quienes emprenden esas investigaciones son muy contados respecto de la cantidad de habitantes sobre la tierra. Deberíamos cesar cualquier otra actividad, por ejemplo los vuelos espaciales, la investigación artística, la fabricación de armamento, etc. (excepto aquellas actividades que nos permiten sobrevivir) para poner a la obra y al máximo todas nuestras capacidades. Gracias a un esfuerzo colectivo, nos tomaría unos veinte años estar en condiciones de vencer a la muerte natural. Naturalmente, habría que suspender después los nacimientos hasta encontrar otros planetas u otras posibilidades de vida sobre la tierra. Todas las guerras y todos los rencores del hombre son engendrados por el miedo latente y por la conciencia de la muerte. El hombre dio inicio a su evolución defendiéndose del entorno desfavorable, elaborando por sí mismo sus medios de defensa. Curiosamente, una vez vencidas las calamidades más peligrosas, conforme pasaba el tiempo se iba acostumbrando a la idea de la muerte natural como algo inevitable. Cada medio de defensa inventado por el hombre ha sido siempre contarrestado por un medio de ofensa. Este precario equilibrio sigue existiendo hoy, con la salvedad de que los medios de ofensa actuales pueden destruir por completo toda forma de vida sobre la tierra. De allí que sea preciso orientar todas nuestras posibilidades hacia un ideal ajeno a las estimulaciones y a las aspiraciones ordinarias del hombre. El hecho de tener hijos (hacemos nacer cosas porque no tenemos la posibilidad de vivir por siempre y quizá no tenemos esa posibilidad justamente porque hacemos nacer cosas) constituye una manera de lograr la eternidad, excepto que de ese modo es la especie humana la que la alcanza, no el hombre. Cobrar conciencia de que somos descendientes debería hacernos entender que somos nosotros mismos los que deberíamos utilizar las experiencias que vivimos, hoy y a futuro. Desde hace algún tiempo me intereso por aquellas personalidades que han tomado en consideración este problema y que han entendido e interpretado la situación absurda del hombre sobre la tierra, antes que por aquellos que han cantado las bellezas y las certidumbres de la vida. Es así porque, de hecho, todos los hombres han entendido desde siempre que la vida vale la pena de ser vivida. En todas las épocas de la humanidad se ha labrado ideales en los cuales creer, motivos que le conferían sentido a la vida; casi siempre se trataba de pretextos que hacían posible a unión de ciertas personas con otras, las más de las veces en pro o en contra de otras, incluso inventadas quizá. El hombre ha fingido siempre no ser autor de sus inventos y por lo tanto ha hecho como si éstos no fuesen por completo controlables por él mismo, como si hubieran sido inevitablemente decididos por la naturaleza. Esos ideales, esa fatalidad en la que siempre ha fingido creer, nunca lo han unido a sus semejantes, justamente porque de manera inconsciente sentía que se trataba de ideales mitológicos de los que difícilmente podría obtener en su calidad de hombre ventajas reales y duraderas. Sólo un ideal superior, sin relación con la fatalidad, puede unir sin discriminación a todos los hombres en su empeño por lograrlo. Al alcanzar la inmortalidad, el hombre, quizá por vez primera desde su aparición sobre la faz de la tierra, podría realmente y de manera indiscutible diferenciarse del resto de las especies vivientes. Al detener la evolución del tiempo, a una edad libremente elegida, al interrumpir el envejecimiento, rompería el encanto de la dimensión misteriosa que regula el universo, dando así el primer paso hacia una mejor comprensión de la vida. Espero poder algún día tomar un vaso, llenarlo de vino y beber, y sacar a pasear a una gallina, y poder hacerlo de veras yo, yo mismo.


-Gino De Dominicis

Hoy es el primer día del resto de tu vida.

Esta frase es cierta todos los días, excepto por nuestras últimas 24 horas de vida.

Ahora intento hacer que cada uno de esos muchos primeros días valga la pena.