viernes, diciembre 25, 2009

burlesca navidad

Papá ha ido a donar sangre por segunda vez esta semana; le darán, quizás, diez dólares más por ello. Es ya el tercer mes que lo hace para que podamos comer algo. Creo que ya se siente más debil, que ya notó la falta de sangre por sus venas, y que ya se ha dado cuenta que aquello no es temporal. Él espera que no lo sepamos, y que no reparemos en la falta de color en sus labios cada vez que intenta sonreir. Le ha dicho a mi hermana que la gente se olvidó de nosotros y de este pueblo, que Santa no vendrá esta Navidad, y mi padre sufre más que ella por no poder pagar una mentira.
Los días son cada vez más fríos, y los pocos que se aventuran a jugar en la nieve se arrepienten algunos minutos más tarde; nadie extraña arrojar bolas de nieve, y los niños crecen siendo hombres. La gente comienza a toser y sin querer dejan escapar su alma por la garganta. Mi madre llora cuando nos da la espalda, siempre que mi hermana le pregunta por qué papá ya no duerme en la misma cama y por qué la almohada en la que amanece está siempre húmeda. Pero ella nunca responde; le sonríe con sus ojos cansados y la besa entre abrazos: quiere que sepa que amor es todo cuanto puede darle, aunque ella aún no lo comprenda.
Me veo atrapado entre un cielo blanco y un suelo que cree serlo. Los pájaros vuelan sobre el congelado manto y huyen de nuestra miseria. Todos aquí quieren seguirlos, pero nadie sabe ya cómo volar, nadie tiene alas; las cortan mientras finge uno dormir y escucha los gritos de una discusión en la cocina. Nadie da besos bajo el muérdago: dejaron de dar calor suficiente. Y estamos tan solos, tan atrapados en un mundo que no nos deja sonar y que nos olvidó. No puedo esperar nada, ni creer que mi hermana tendrá una muñeca entre sus brazos antes de olvidar cómo sonreir, ni que mi padre dejará de sangrar por la escasa existencia que puede darnos; que mi madre recuerde lo que el amor sin dolor se siente ni que nuestro futuro se verá algún día libre de lágrimas.
No, no puedo ni esperaré nada.

jueves, diciembre 10, 2009

acrósticos

Me siento, de repente,
Uno con tu alma,
Encerrado en ésta, tu prisión, con las:
Risas por palabras,
Tragedias por entrañas, y
Errores por verdades

~~~

Intenta amarme como yo te amé;
Mejor haber sufrido,
Pero morir con corazón.
Rescata esos últimos momentos,
Escasos de pasión y descontrol;
Sólo no olvides buscar en ellos
Crudos retazos de emoción.
Impulso que me llevó hasta ti,
Nimiedades estancadas del ayer,
Dominó de lunas y estrellas, cual
Insignificante juego que mata la razón;
Blancos ensueños que ya no son
La busqueda de mi vivir,
El sentido de mi existir.


~~~

Barcos de sueños, tú y yo a bordo;
Ambos con sonrisas y
Miradas tan distantes.
Bitácoras tras tus pestañas
Incitando mis memorias a volar,
No sabiendo que hemos muerto, que
Olvidamos qué rumbo tomar

~~~

Tira de mí,
Rompe mi piel,
Arráncame de una ilusión
Por más pobre que ésta sea.
Olvido, por ti, que ya no existo

~~~

Año tras año
Miro los días pasar
Ante la indiferencia de tu ausencia.
Ritmos cacofónicos
Gritan la ausencia de color,
Opacando todo cuanto solía conocer.
.

~~~

Fuesen tus abrazos tan cálidos como solían serlos,
Reiríamos cual si nunca hubiese pasado el
Ayer en que nos quedamos atrapados.
Triunfos estancados,
Escondidos en la discordia de
Riquezas frustradas, mal queridas,
Nulas con el tiempo y
Aniquiladas por la sangre, que aún
Lucha por correr en nuestras venas.

~~~

Mueres con cada mirada,
Envejeces en silencio;
Notas las sonrisas que se desvanecen,
Oxidadas en el tiempo.
Pobre de ti,
Antes bella,
Una vez adorada,
Sufriendo cada día más
Invisibles huellas,
Ahora cicatrices.
..


martes, noviembre 24, 2009

movie/song of the week~

Pues hace ya varias semanas uso Twitter para publicar una pequeña recomendación de música y películas, pero debido al límite de caracteres en dicho medio, no puedo dar mis razones para justificar dicha recomendación.
Así que, desde ahora, pondré una descripción más detallada de la canción y película escogida, que además debería servirme para escribir más seguido por aquí.


movie of the week: V for Vendetta 
director: James McTeigue
production year: 2005 (Estados Unidos)

La historia nos lleva a Inglaterra en el futuro, donde el mundo ha sucumbido a una guerra más que ha dejado a dicho país como uno de los mayores exponentes mundiales donde la calidad de vida, aunque regida por una dictadura, es aún elevada. De aquí sale V, un anti-heroe que lucha por los valores perdidos de una sociedad decadente, amante del arte y la música clásica. Al lado de Evey, una mujer cuya vida se ha visto muy afectada por la situación actual, trazará un plan para desenmascarar los horrores cometidos por el govierno y regresar a Inglaterra su libertad.
Elegí esta película porque la trama es simplemente buena, y el argumento oculto que señala a la sociedad actual es un concepto que se debe tomar en cuenta. La historia, aunque difiere bastante a la presentada en la novela gráfica de Alan Moore, me mantuvo al borde del suspenso mientras esperaba ver qué proeza cometería V después, cuyo personaje es simplemente fascinante, como aquel heroe que todos esperemos llegue a salvarnos de nuestros corruptos vigilantes. A todo esto se le suma una buena actuación, música y efectos especiales, haciendo de esta película todo un deleite.

~~~

song of the week: When It Rains
artist: Paramore

Nunca he sido fan de Paramore; aunque su música no me desagrada en lo absoluto, no me había tocado escuchar alguna canción de ellos que pudiera realmente decir que me gustaba. Hace menos de una semana, un amigo cuyo gusto musical comparto me recomendó dicha canción, y sin esperar mucho la escuché. El ritmo y voz me enganchó, y la letra mostró contener una linda idea adornada con metáforas.
No quedó ésta entre una de mis canciones favoritas de todos los tiempos, pero es una melodía que me encuentro taradeando sin querer cuando voy caminando. Se gana, pues, el puesto a canción de la semana. 

lunes, noviembre 16, 2009

mamá:

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Tengo mucho que decir, pero las palabras no me alcanzarían
para agradecerte una vida,
y me harían falta dieciseis abrazos y cuarenta y seis besos
para mostrarte tan sólo un poco
de lo mucho que te amo.

Porque tus manos están siempre cálidas para mi piel,
y tus palabras están siempre llenas de aliento cuando el mundo me ha dejado sin aire.

Felicidades.

miércoles, noviembre 11, 2009

canciones~

No he escrito nada aquí desde hace rato, y debo admitir que hoy tampoco vengo preparado. Pero me siento obligado a seguir dejando algún pensamiento, alguna palabra que tan siquiera me sirva a mí de bitácora, y no olvidar. Aunque miles de expresiones y frases fluyen por mi mente a más de cincuenta y cuatro kilómetros por segundo (hipócritamente, no creo que los pensamientos se midan en kilometros por segundo), no hallo aún la manera de plasmarlos por acá. Así que me robaré las palabras de otros que de una manera u otra han inspirado a las mías. Espero despierten también algo en ustedes:


"Cuento con tu risa no olvides, desde la noche oscura hasta el alba; cuento con tu risa, que es lo mismo que no tenerle miedo a casi nada"

"Cuento Con Tu Risa", Complices


"Yeah, you can tell me all your thoughts about the stars that fill polluted skies, and show me where you go to when no one's left to take your side; but don't show me where the road ends, 'cause I just don't wanna know, no, I don't wanna know... Don't tell me if I'm dying"

"Angels On The Moon", Thriving Ivory


"Mama... just killed a man: put a gun against his head, pulled my trigger, now he's dead. Mama, life had just begun, but now I've gone and thrown it all away"

"Bohemian Rhapsody", Queen


"So turn up the corners of your lips, part them and feel my finger tips; trace the moment, fall forever"

"Vindicated", Dashboard Confessional


"Pay my respects to grace and virtue, send my condolences to good, give my regards to soul and romance; they always did the best they could. And so long to devotion, you taught me everything I know. Wave goodbye, wish me well... you've got to let me go"

"Human", The Killers


"Contigo aprendí que puede ser un beso más dulce y más profundo, que puedo irme mañana mismo de este mundo: las cosas buenas ya contigo las viví. Y contigo aprendí que yo nací el día en que te conocí"

"Contigo Aprendí"


"I believe the world is burning to the ground; oh, well, I guess we're gonna find out. Let's see how far we've come, let's see how far we've come. And I believe it all is coming to an end; oh, well, I guess we're gonna pretend. Let's see how far we've come, let's see how far we've come"

"How Far We've Come", Matchbox 20


"Qué difícil se me hace mantenerme en este viaje sin saber a dónde voy en realidad; si es de ida o de vuelta, si el furgón es la primera, si volver es una forma de llegar. Qué difícil se me hace cargar todo este equipaje; se hace dura la subida al caminar. Esta realidad tirana, que se ríe a carcajadas porque espera que me canse de buscar"

"Todo A Pulmón", Miguel Ríos


"Voy haciendo mis planes, voy sabiendo quién soy, voy buscando mi parte, voy logrando el control; van jugando contigo, van rompiendo tu amor, van dejándote solo..."

"Puede Ser", El Canto Del Loco


"Y es que estamos como locos intentando apagar toda la luz que nace cuando nos miramos, y que brilla y nos desnuda y nos descubre preguntando: ¿qué sabemos del amor?"

"Por Qué Brillamos", Bacilos


"In Catholic School, as vicious as Roman rule, I got my knuckles bruised by a lady in black. And I held my tongue as she told me: 'son, fear is the heart of love', so I never went back"

"I Will Follow You Into The Dark", Death Cab For Cutie


"I spent my high school career, spit on, and shoved to agree; so I could watch all my heroes sell a car on TV"

"Disenchanted", My Chemical Romance


"Quiero regalarle una flor al amor de mi herida, quiero empezar otra vez y cambiarme hasta el nombre, quiero apedrear el saguán de las causas perdidas, y ver salir a papá convenciendo a mi madre, quiero escucharte decir lo que gritan tu ojos, quiero perder el valor que gané por miedoso..."

"Quiero", Ricardo Arjona


"Give me more loving that I've ever had, make it all better when I'm feeling sad, tell me that I'm special even when I know I'm not, make it feel good when I hurt so bad, barely getting mad... I'm so glad I found you, I love being around you"

"1234", Plain White T's


"I think that possibly, maybe, I'm falling for you. Yes, there's a chance that I'm falling quite hard on for you"

"Falling In Love At A Coffee Shop", Landon Pigg


"In the light of the sun, is there anyone? Oh, it has begun... Oh, dear, you look so lost: eyes are red and tears are shed; this world you must have crossed. You said 'you don't know me, you don't even care', oh, yeah... she said 'you don't love me, you don't wear my chains'"

"Boston", Augustana


"I can' t do the talk like the talk on the TV, and I can't do a love song like the way it's meant to be. I can't do everything, but I'd do anything for you; I can't do anything, except be in love with you"

"Romeo And Juliet" (cover), The Killers


"Aprendí a quitarle al tiempo los segundos, tú me hiciste ver el cielo más profundo, junto a ti creo que aumenté más de tres kilos con tus tantos dulces besos repartidos; desarrollaste mi sentido del olfato, y fue por ti que aprendí a querer los gatos... despegaste del cemento mis zapatos para escapar los dos volando un rato"

"Antología", Shakira


"You're only as tall as your heart will let you be, and you're only as small as the world will make you seem"

"On The Bright Side", NeverShoutNever


"Once upon a time I was falling in love, now I'm only falling apart; there's nothing I can do,  a total eclipse of the heart. Once upon a time there was light in my life, now there's only love in the dark; nothing I can do, a total eclipse of the heart"

"Total Eclipse Of The Heart" Bonnie Taylor

viernes, octubre 16, 2009

poema de amor número cuarenta y siete.

Probablemente debería dejarte,
y correrías tranquila con la brisa.
Las suelas de mis zapatos están ya muy gastadas
y no creo poder alcanzarte.

Como los días de antaño y nubes oxidadas
─la lluvia quemándonos las pestañas─
en que escuchábamos canciones que aún no han sido escritas,
se fueron las horas en segundos
y los días en primaveras secas.

Nunca prometí que no lloraría,
pero dejé que mis silencios te engañaran
para que la realidad no nos golpeara a ambos
y se fuese ésta por uno ignorada.

“Mira, que ya todas las luces se apagaron
y yo sigo sin sentir miedo.”
“No seas absurda,
sabes que tu sonrisa aún ilumina el cuarto
y sus incontables corredores “.

Las hojas secas en tus manos
ya no crujen cuando te abrazo
ni suspiran con mis labios al rozarte:
saben que no besan
como besaban antes.

Se acabó el sosiego de tus mañanas
y la gravedad de tus dedos sobre la ventana.
Secaría tus lágrimas con mi aliento,
las ahuyentaría con un suspiro;
mas no me queda aire
ni para exhalar un “te quiero”,
sólo escucha mi corazón
hasta su último latido:
cada uno será un momento
que viví feliz contigo.

martes, octubre 13, 2009

qué amarga realidad.

No sé qué decir cuando alguien me mira a los ojos, no sé siquiera si hay algo que decir.

Ya aprendí a no culpar al tiempo por hacer su tarea y sólo pasar, ni al mundo por no girarse hasta que alguna luz me alcance. Y ya no tengo a quién culpar; me quedé solo con quejas y caprichos mal correspondidos. Pero no me canso de pedir un mundo perfecto ni un amor de película, no quiero ceder a mi terquedad de seguir buscando lo que la televisión me prometió encontrar y las novelas presuamían posible. Mas cada día que pasa, voy cayendo más y más en cuenta que éste es el mundo, y ésta es la vida. Quizás espero demasiado, quizás pido demasiado; y por ello el mundo se mantiene gritando a mi oído "¡confórmate ya, que no queda nada que encontrar!".

Cómo sufren las personas por tratar de contradecir esta verdad, y cómo se muere poco a poco sólo por intentar vivir de más.

miércoles, septiembre 30, 2009

let's keep a-rollin'

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No hay mejor cura para la soledad y desgana que una noche que empieza rodeada de extraños y termina en compañía de amigos.

Aún quedan noches por las cuales sonreir.



jueves, septiembre 10, 2009

e n f e r m o

Estoy enfermo
y a punto de morir.

A veces deseo
nunca haberte visto,
...........nunca,
pues me has tocado
....................y me has contagiado
me has hablado
....................y me has contagiado
me has sonreído
....................y me has contagiado.

Nunca estuviste enfermo,
pero llevabas contigo
un mal que no padeciste.
Y me apena
.........─¡oh, cuánta pena!─
desearte inexistente
por sentirme no existir.

.....e n f e r m o
te vas a morir
.....e n f e r m o
bajo un éxtasis agónico

¡Enférmate conmigo!
Quizás del morir juntos
nazca una cura.

Pero no será.

No visitarás mi tumba.
No habrá funeral tras la epidemia.

Porque no llega el final.
Voy muriendo
sin poder
....................sólo morir.

lunes, agosto 31, 2009

feliz cumpleaños.

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Te deseo la dicha que me negaste. Deseo que ni hoy ni nunca tus sueños se vean lejanos y que no haya quien mancille tu corazón. Deseo que nunca duermas con lágrimas en
tus ojos y que la desesperanza no te opaque la vista al cielo. Te deseo la felicidad a cada instante de tu vida. Deseo que sepas siempre rescatar los momentos mas brillantes en el firmamento de lo vivido. Deseo que las penas no te embarguen nunca, y que siempre te amen aquellos que amas.
A pesar de la mutilación que me autoimpusé día tras día con tu recuerdo, y aun cuando me hiciste suspirar de noche, en medio de la nada, por algo que no llegaría ─ni llegará
algún día─, y sin importar que arrancaste de mi el deseo de vivir y la emoción de cada respiro... no puedo evitar enamorarme de tu sonrisa.
Te deseo, hoy y siempre, la felicidad que mereces.

martes, agosto 04, 2009

adiós

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A veces tenemos que decir adiós
aunque no queramos.
Y a veces
no habrá quien pueda consolarnos,
no habrá quien nos haga sentir mejor,
quien nos saque de la miseria
de cada latido.
A veces sentimos que la vida se nos escapa
en un suspiro,
y que el mundo se acaba
apenas nos pesa el respirar.
Y por más que deseemos ver el lado bueno
y por más que alcemos la vista,
a veces no podremos ver el cielo
y saber que todo estará bien.
Nos llegan momentos
en que todo pierde su valor
y el mundo carece de sentido.
Y,
a veces,
la esperanza que nos había mantenido andando
por tan oscuros momentos,
finalmente se va.
Y estamos solos.
Y olvidamos,
viendonos inmersos en la desesperanza,
que un día volveremos a sonreir.

Habrá veces en que,
por más que queramos negarlo,
tendremos que decir adiós.


domingo, julio 26, 2009

26 de Julio

El tiempo ha pasado, nuevamente, más rápido de lo que mi corazón creyó experimentar. Ha pasado un año más rico en recuerdos y memorias, que a su vez están llenos de sentimientos: llenos de viejos amores, de sonrisas que se comen al mundo y unas cuantas más que fueron fingidas, llenos de lágrimas desperdiciadas y algunas bien merecidas, llenos de abrazos cálidos y otros más de los que arrepentirse, llenos de miedo y de emoción, llenos de despertares que anhelaban ya un amanecer.
Y me descubrí, un día, lamentandome por el tiempo perdido y los momentos no aprovechados. Pero fui yo quien, después de todo, decidió dejarse llevar por el ocio y la desgana, y miró en silencio la vida escapando por sus dedos. Me lamenté por autoimponerme aquel lamento.
He decidido ahora cumplir la promesa que por mis adentros me había hecho. Quiero dejar de mirar lo vivido y ya no temerle a los remordimientos que alguna vez me persiguieron. Quiero mirar atrás y saber que viví, y tras pasearme por mis recuerdos, por mi infacia, por mis penas y alegrías, por los momentos en que me creí derrotado y los días que salí victorioso, por las noches de melancolía... quiero saber que he vivido y sonreir.

domingo, julio 19, 2009

libreta de viajes I

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Busco en los recuerdos
de un quizás que no vendrá
los escombros de un mañana
que puede no llegar.

Y sin querer encuentro
memorias de un ayer
que juré no recordar,
que juré no despertar.

viernes, junio 26, 2009

y me hace dudar.

No recuerdo tu sonrisa. El tiempo ha llegado a burlarse de mi intención y fuerza, penetra mi memoria y mata los retazos de vida que dejaste en mí. Oh, amor, y me hace dudar en cuánto realmente te amaba. Las facciones de tu rostro y la luz de tu mirada se distorsionan y desaparecen poco a poco, cual si cúmulos de olvido invadieran la nostalgia de mis ojos.

Temo que algún día ya no recuerde el sonido de tu risa ni la emoción de tus palabras. Tu rostro ya no cruza por mi mente cada amanecer, y ya no añoro los instantes que compartimos con cada ocaso. Te desvaneces con el viento y mi corazón ha dejado de perseguir tu recuerdo; ya no corro tras la brisa ni lloro ante la oscuridad que solía rodearnos. Oh, amor, y me hace dudar en cuánto realmente te amaba.

Perdieron mis promesas la importancia que tu vida les había otorgado, y se fue con tu alma el juramento eterno que hice cerrando tus ojos. Ya no siento frío ni me embarga la soledad. Y quiero, más que nada, perdurar enamorado y ser torturado por tu mirada inexistente. Quiero vivir llorando por tu partida y soñar la vida que no tuvimos. Pero el brillo perdido de tus ojos ya no me inspira, y cada vez es menos la tristeza que siento al observar los fuegos pirotécnicos que vi reflejados en ellos. Oh, amor, y me hace dudar en cuánto realmente te amaba.

lunes, junio 15, 2009

dibujos.

ADVERTENCIA: Esta entrada no contiene ningun tema de interés o una idea sore la cual reflexionar. 

Hace ya una semana me gradué, y en una especie de fiesta que organizó la escuela había varios dibujantes: uno que dibujaba tu pose dando la espalda, uno que dibujaba tu rostro y otro que dibujaba con estilo caricaturesco. Aquí están dos de los dibujos que me concedieron:


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Estoy pensando en algo que poner debido a esta ocasión de cambio en mi vida, pero aún no me llegan las palabras. 
Muchas gracias a todos aquellos que leen estas lineas y muchísimas más a los que dejan su opinión al respecto.

domingo, mayo 24, 2009

caminando entre la multitud.

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Es increíble el número de personas que conoceremos durante el tiempo que vivamos, y qué tan pocas serán aquellas que dejen sus huellas en nosotros.
Pero no pensemos ahora en las personas que cambiaran nuestras vidas; pensemos en aquellas que pudieron hacerlo, pero que por distintas razones no tuvieron la oportunidad. Pensemos en la mujer que camina a nuestro lado entre la multitud rutinaria, en el compañero de trabajo cuyo nombre nunca recordamos al saludarlo por la mañana, en el niño que jugaba en la fuente cuando caminabas por la plaza. Y sus vidas seguirán como lo hará la nuestra: sentirán amor, sufrirán decepciones, se alegrarán, los acompañará la soledad, abrirán los ojos una mañana para descubrir el cielo y después los cerrarán para no volver a verlo. Pero eso, nosotros, no lo sabremos. Los recordaremos como aquella mujer entre la multitud, el compañero de trabajo, el niño en la fuente; y los olvidaremos quizás unos minutos más tarde para nunca más recordarlos, para no recordar que sus vidas, siendo tan valiosas como las nuestras, nunca se tocaron. Y ellos no recordarán nuestros rostros, ni imaginarán en dónde estaremos cincuenta y siete horas más tarde. O, tal vez, jamás se percataron de que alguien vivió a su lado por una fracción de segundo.
Así seguirá la vida, como un monton de lineas que, pudiendo tocarse, se pasaron de largo.

lunes, mayo 04, 2009

muriendo

No sé si todo sea en vano, si mi lucha no tiene razón, si mi esfuerzo está siendo desperdiciado.

¿Qué tan malo es soñar un imposible? Intento mantener mis esperanzas vivas, mi ilusión intacta; sé que no ayudará en nada. En el fondo sé que me estoy engañando, sé que la realidad sigue siendo la tirana de mi vida, sé que el anhelar algo no lo hace cumplirse, sé que querer no es poder.
Y aún me empeño en ser un masoquista, en pensar que sí puedo y decepcionarme ante cada golpe que recibo. Porque aún cuando mis esperanzas fueron astutamente asesinadas, mi deseo sigue vivo, más fuerte cada día. 
¡Oh, qué mala jugada: matar la ilusión y alimentar el querer!  

jueves, abril 09, 2009

demonios.

─Hola ─dijo con su voz de monstruo.

El niño rió y se llevó las manos a la boca,

─¿Quieres jugar? ─preguntó la voz.

El niño asintió con una sonrisa bajo las palmas y se enterró más bajo las sábanas.

─Juguemos, pues.

─No puedo ─sumió la cabeza en la almohada.

─¿Por qué no?

─Me tengo que dormir.

La voz de monstruo soltó un suspiro ronco, decepcionado. El niño lo miró fijamente, esperando que dijera algo más. Le gustaba hablar con él cuando hacia su voz de monstruo, lo hacía reír. Sabía que él lo estaba viendo, aunque no podía ver su cara en la oscuridad de la habitación.

─¿Por qué te tienes que dormir? ─preguntó al fin.

─Porque mi mamá dice.

─Oh, ¿y siempre le haces caso a tu mamá?

El niño asintió.

─¿Por qué?

─Porque si no, ya no me va a querer.

─Ah...

El niño miró la silueta a su lado un momento para después darle la espalda y cerrar los ojos. Se encontraba a punto de dormir cuando la voz se hizo escuchar nuevamente.

─¿Y tu mamá sabe que eres un mentiroso?

La pregunta fue como un golpe en el estomago del niño. Sintió la culpa jugando con sus entrañas. Cerró sus ojos con fuerza y pretendió no haber escuchado la pregunta. La odiaba, la risa del monstruo.

─¿Lo sabe? ─más como burla que como pregunta ─¿Sabe cuando no haces tu tarea?

─Cállate ─dijo el niño con voz quebrada.

Risa de monstruo. El niño se hizo un ovillo bajo las sábanas. Lo odiaba, odiaba su voz.

─¿Sabe las palabras que dices cuando estás en la escuela? ─empujó al niño.

Este pretendió nuevamente no sentir nada e intento perderse en otro pensamiento, Pero él le empujaba el hombro de nuevo.

─¿Sabe las cosas que ves con tus amigos? ─pregunto con agresividad, cual si sus propias preguntas lo molestaran.

 ─Vete ─chilló el niño.

─¿Sabe lo que haces cuando estás solo en el baño? ─lo empujaba.

─¡Cállate!

Silencio. Sólo la respiración pesada de monstruo se oía.

─Tu mama no va a quererte.

El niño volteó violentamente y empujó con fuerza a la silueta junto a él. Este cayó de la cama, pero nada se escuchó cuando golpeó el suelo. Sin ruido, sin risa, sin voz.

El niño encendió la lámpara sobre el buró a su lado. Se limpió las lágrimas del rostro y mantuvo sus manos sobre su cara por un tiempo. No miró al suelo, sabía que no habría nada ni nadie.

Y le dolía la garganta.

jueves, marzo 12, 2009

Me siento estúpido.

El amor contradice todo lo que digo saber y me hace pasar el ridículo frente a mis propias ideas.

No sé si es amor, pero si lo es, habrá provado que no soy más que un hablador: que el amor a primera vista existe, que te puedes enamorar de alguien aun sabiendo nada de él, que su voz es la única que quieres escuchar, que los clichés siempre tuvieron razón.
Me asusta, me duele sentir esto.

sábado, febrero 14, 2009

"Dejad que los niños vengan a mí"

El sacerdote ya había hecho sonar la campana. Los niños corrían a sus aulas apresuradamente, con sus cuadernos y lápices en las manos. Cada uno se sentaba en el pupitre asignado y saludaba a aquellos que lo colindaban. Las alegres voces fluían como lluvia.
La puerta se abrió, y las risas se apagaron. La entrada del padre parecía haber apagado toda señal de vida, y todos los ojos se posaban en él. Este caminó hasta el escritorio situado al frente del salón y dejó los libros que cargaba en las manos. Miró a su clase. Sonrió.
─Buenos días, niños ─inspeccionó más de cerca a los infantes frente a él ─veo que Coreta sigue enfermo.
Todas las miradas se posaron en el pupitre vacío, y después volvieron al padre, esperando la orden.
─Garrón ─dijo el hombre con su voz de hierro, en un patético intento de esconder su severidad en simpatía ─, tú puedes entregarle sus deberes después de acabada la escuela, ¿cierto?
─Sí, padre ─respondió una ronca voz desde el fondo del aula.
Nadie decía que no. Aún si el enfermo vivía en una colonia lejana al escogido, la respuesta era siempre un rápido “sí”. Nadie quería ser castigado.
─Muy bien ─continuó el padre ─, retomemos nuestra clase ─caminó hasta el escritorio y tomó un cuaderno lleno de anotaciones cursivas ─. ¡Ah, multiplicaciones! Espero que todos hayan estudiado en sus hogares.
Y la tomó: una vara delgada de madera; flexible, pero irrompible. Siempre la llevaba consigo durante las lecciones. Aún más que a la voz de acero, los niños le temían a la vara.
─Enrique… ─dijo.
¡Pobre Enrique!
─¿Has estudiado anoche? ─preguntó el padre sonriendo.
“No mentirás”. Pero el miedo era un mejor maestro a seguir.
─Sí ─respondió el niño.
─¡Oh, esplendido! Entonces sabrás cuanto es… ¿cinco por dos?
Enrique comenzó a sudar, y cerró los ojos con fuerza. Cuando habló, la duda lo acompañó.
─Di… diez.
─¿Qué cosa? ─preguntó el hombre acercándose al niño.
─Diez ─miedo era lo que lo acompañaba ahora.
─Muy bien, Enrique ─pero no le dio tiempo para creerse seguro ─¿tres por cuatro?
El niño cerró los ojos de nuevo, haciendo memoria en lugar de cálculos.
─Doce ─dijo claramente esta vez.
─¡Muy bien! ─dijo sonriéndole, y se arrodilló hasta que sus cabezas quedaron a la misma altura. Sus ojos se encontraron, y todo se oscureció para el infante ─¿Ocho por siete?
El niño comenzó a temblar. Cerró los ojos nuevamente, pero no lograba recordar la respuesta. Apretó aun más sus parpados: nada. El titilar de sus dientes se hizo presente.
─Se… sesenta… ─dijo en un susurro inaudible.
─¿Cómo? ─preguntó el padre.
De sus infantiles ojos brotaron lágrimas.
─Enrique… ─dijo el hombre suavemente.
El niño abrió sus ojos, que ya no eran mas que brillantes cristales. La pesada mano lo abofeteó. De su garganta salió un gemido lastimero, pero nada más. No podía hacer más que tener la cabeza baja y dejar que las lágrimas resbalaran por sus mejillas.
─¿Seis por siete, Enrique?
Pero él no respondió; sólo lloraba en silencio. El hombre lo abofeteó de nuevo y lo tomó del mentón para que sus caras se alinearan nuevamente. Todos los demás no hacían nada, no podían. Sólo miraban.
─Has dicho que estudiaste, ¿no, Enrique? ─dijo el padre en tono jovial ─Dime entonces, ¿cuánto es seis por siete?
El niño abrió la boca, pero sólo para soltar un suspiro desesperado y exhalar más aire. Y la paciencia del hombre se acabó. El pequeño se llevo una mano a la cara para limpiar sus húmedas mejillas. Pero la vara, tan veloz como un silencioso rayo, se la aporreó. El niño soltó un chillido y se llevó la recién golpeada mano a la boca. Las cristalinas lágrimas fluían como lluvia.
─¡Siete por seis, Enrique! ─le aporreó la otra mano ─¡Seis veces siete, Enrique! ─le aporreó el antebrazo con más fuerza ─¡Dijiste… que… habías… estudiado! ─comenzó a golpear sus pequeñas piernas ─¿Mentiste, Enrique? ¡Al Señor no le gustan las mentiras! ─y golpeó sus brazos, golpeó las tambaleantes piernas entre los sollozos del infante ─¡Dime… cuánto… es… seis por siete!
Y, después de su intensa lucha, el niño cayó. Y el hombre no se detuvo. Lo aporreaba con la vara a pesar de los lastimeros intentos de cubrirse por parte del pequeño. Este gemía, y sus sollozos llenaban el aula más de lo que cualquier otro sonido pudiese haberlo hecho. Y el hombre lo golpeaba con fuerza, con su rabia chorreando de su boca.
Oh, Enrique… Su pecado era tener tan sólo ocho años e interesarse más por juegos que por estudios. Su pecado era haberse distraído en clase y dejar que su mente vagara en infantilismos. Su pecado era no tener la fuerza para resistir los golpes que recibía y para que sus piernas lo sostuvieran. Su pecado era ser un niño.
El padre se detuvo cuando ya no se escuchaban más sollozos. El silencio era absoluto, a excepción de su agitada respiración, y sobre el cuerpo que yacía en el suelo se posaban todas las miradas compasivas de los niños. El hombre dejó la vara y se arrodilló junto al caído. Lo volteó para que su cara se dirigiera al cielo, y lo inspeccionó detenidamente.
─No le ha pasado nada ─anunció levantándose, dejando al niño en el suelo.
Todos los ojos se dirigieron al padre, quien se limpiaba el sudor de la frente, para después volver al niño.
─Garrón ─dijo el hombre, apenas recuperando el aliento ─tú puedes ayudarlo a volver a su hogar después de acabada la escuela, ¿cierto?
─Sí, padre.
─Muy bien ─dijo este, y miró al niño en el suelo una vez más para después encarar a la clase de nuevo ─, prosigamos con la lección.

jueves, febrero 05, 2009

Máscaras.

Me gusta creerme fuerte, independiente. 

Le digo a la gente que no me asusta el cambio, y que no me molesta la soledad. Me enorgullezco de afirmar que las miradas no me asfixian y que no siento temor hacia la vida. Y me gusta que me crean, y que me piensen alguien valiente y lleno de futuro, alguien que cambiará el mundo.
Pero estoy aterrado, y no puedo dejar de temblar. Y no me atrevo a exigirle nada al mundo, ni dejo que mi voz se eleve al cielo. Me asusta cambiar y perder más que lo perdido, y no tengo el valor para arriesgarme a vivir.
Pero, sobre todo, tengo miedo de hacer algo al respecto.

jueves, enero 29, 2009

27 de Enero, 2009

1

Se estaba muriendo frente a mis ojos, y no había nada que yo pudiera hacer al respecto.

Había maquinas conectadas a su cuerpo: aparatos que la oprimían cual violadores de su libertad. Dependía de ellos para vivir. De todo cuanto podría haber perdido, era su libre existencia lo que más dolía.

Deseaba, más que nada en el mundo, que ella estuviera viviendo en un hermoso sueño, y que la ignorancia la mantuviera ajena a su realidad. Quería, sobre todo, que ella estuviera viviendo en un mundo que sí la mereciera.

 

2

¡Haga algo, puta madre!

¡Señor, voy a pedirle….

¡¿De qué le sirven todos sus pinches títulos si no puede salvarla?! ¡¿De qué le sirvieron todos sus años de estudio?!

Por favor, cálmese. Debe saber que estamos haciendo todo lo que podemos.

¿Y por qué no mejora? ¡Cada día está más pálida! ¡Cada día está más fría!

Hemos hecho todo lo posible para asegurar que siga viviendo.

¡¿Y de qué sirve eso si ella no hace mas que morirse más día con día?

Todo lo que estaba en nuestras manos está hecho. Ahora todo depende de ella, y de cómo su cuerpo reaccione. El ritmo de sus signos vitales ha disminuido, sí, pero aún hay esperanzas de que mejore.

¿Por qué… por qué no puede despertar? ¿Por qué no puedo oír su voz? ¡¿Por qué merece ella vivir menos que cualquier otro?!

 

3

La primera vez que me sonrió, supe que la amaría por siempre. No sabía nada de ella, y ella nada sabía de mí. Pero vi en sus ojos una salvación, una respuesta a este absurdo mundo. Y su cabello siempre olía a rosas. Y cuando mi piel tocaba la suya, despertaba en mí un éxtasis que los ángeles envidiaban, pero que nadie más notaba.

Éramos ella y yo, la musa y el artista, la creadora y la creación.

4

Hola dijo ahí, bajo el umbral de mi puerta . Espero que no te moleste que haya venido.

¡No! No… para nada respondí, atónito . ¿Ocurre algo?

Me dijeron que estabas enfermo, y quise venir a ver si te encontrabas bien, o si necesitabas algo.

Y sonrió.

No te hubieras molestado, es muy tarde escondí mi placer en preocupación.

Vivo aquí cerca, y… miró al suelo, y después posó sus ojos llenos de alma en los míos de nuevo quería verte.

Nos miramos sin hacer movimiento alguno, y el viento era la única voz audible, susurrándonos un por siempre. Nos miramos por dos minutos y cuarenta y siete segundos: una vida entera, y que aun así no era suficiente para mí. Me acerqué y toqué sus brazos. Paseé mis dedos por toda su extensión. Toqué sus labios, que llamaban a los míos como la inspiración a un poeta.

La besé, y ella me besó.

Y fuimos uno. Por sólo una milésima parte de nuestras vidas, en un lugar de los miles que encontraríamos a lo largo de ella, fuimos uno.

Es tarde dijo en un susurro, sin apartarse de mis brazos debo irme.

Sí… susurré, y la sostuve con más fuerza, tratando de hacer eternos esos últimos segundos.

Pero no tuve éxito. Se alejó de mí sin decir otra palabra, sólo me miraba. Y sonrió.

La atropellaron esa noche. Poco antes de llegar a su destino, se encontraba tirada en el frío asfalto, sangrando. Y sus ojos se habían cerrado.

 

5

Y ahí estaba yo, y ahí estaba ella. Quería ser fuerte y pensar que un milagro la traería de vuelta a mí. Pero cada día que la muerte paseaba a su lado, la realidad se volvía más inminente en mi pensamiento: jamás la vería sonreír de nuevo. Y jamás me miraría como esa noche en que sus ojos se despidieron de mí en palabras invisibles que no pude descifrar. “Debo irme”, me había dicho.

Y lloré.

Dejé que mis lágrimas gritaran todo lo que no había gritado. Tomé su fría mano entre las mías y la apreté  contra mis labios. Ya no había magia., ya no había rosas. La miré, ahí tendida con escasa vida, y la amé como nunca.

Me puse de pie a su lado, y suavemente la besé. Sentí en mis labios la vida escapando de ella.

 

6

Sus ojos se abrieron y se posaron sobre mí. Y no supe que decir. Sollocé mientras la tomaba entre mis brazos con la mayor delicadeza que mi excitación me permitía. La besé, y ella me besó. Estaba ahí, junto a mí, sonriendo.

No sé… no tengo idea de qué habría hecho sin ti le dije sin aliento, tan rápido que hacía de mi voz un sollozo, pero no importaba: todo carecía de significado ahora no sabes cuánto soñé  con verte así por sólo un instante, sólo por verte sonreír una vez más…

Tomé un momento para respirar. Había tanto que quería decirle: cómo había extrañado la calidez de su cuerpo y la mirada de su alma, cómo había grabado en mi memoria cada una de sus facciones, y cómo su voz me había salvado de mis propios demonios. Pero las palabras jamás serían suficientes para decir todo lo que debía ser dicho.

Te amo dije, en un torpe intento por resumirlo todo.

Te amo…

 

7

Murió esa tarde, sin llegar nunca a despertar. Su vida se esfumó del mundo, llevándose a la mía de la mano.

El mundo seguirá, y el reloj no detendrá sus manecillas, esperando que mis lágrimas sequen. Pero mi alma habrá de permanecer por siempre en ese sueño lucido, en esa hermosa ilusión. Y aunque ella nunca abrió sus ojos aquella vez, ni me sonrió después de haberla besado… aún cuando ese último y único ”te amo” no fue una realidad, es para mí una parte de mi existencia; la más importante, quizás, y la única que me mantiene vivo.

Y ahí estoy, junto a ella, en la oscura habitación de un frío hospital. Pero ella lo ilumina todo, y su calor me separa de la muerte. Ahí estoy, viviendo un sueño más poderoso que mi misma realidad, sosteniendo la frágil mano que me aferra a la vida, oliendo la esencia de las rosas…

Y ahí está ella, sonriendo.