Pues sí. Siempre hay momentos en los que nos ponemos a pensar todo el asunto de la religión; hoy en día hay muchísimas creencias, algunas más populares que otras, y aunque algunas nos puedan parecer absurdas, todas comparten una misma idea: Dios. Siempre hay alguna entidad, incluso múltiples, superiores al hombre, a la que generalmente se le atribuye los fenómenos que ocurren en el mundo y en nuestras vidas. Pero no, no vengo a discutir si Dios existe o no, porque se desataría una serie interminable de argumentos en su mayoría ridículos; mi intención es tratar de entender la necesidad de Dios en nuestras vidas.
El hombre está lleno de dudas, incertidumbre e inseguridad, lo cual es sólo parte de nuestra naturaleza y el milagro de la vida, y lease "milagro" como "evento que no sabemos explicar". Es por esto que desde siempre el hombre ha creado deidades, pues necesitan un soporte a todo lo que está a su alrededor, además de necesitar algo en que creer, algo en que tener fe y entregarnos cuando el destino está fuera de nuestras manos. Y ya he escuchado a cientos de "intelectuales" que se juran ateos y argumentan siempre las guerras y la muerte que se han causado desde siglos atrás, además de la "falta de sentido común" en creer en un ser todopoderoso que creo todo tan metafóricamente. Nada llevado al extremismo es bueno, especialmente la religión, precisamente por todos los problemas innecesarios que se han logrado por ello, pero como todo acto tiene dos caras, podemos decir que todo esto nos ha mostrado la fortaleza de la convicción humana, la fuerza de la fe; ésta, siendo algo que yo nunca he sentido mucho, es algo que creo que merece admiración más allá de lo que lo lógico y el sentido común dictan. Nótese que estoy hablando sobre religión y no sobre iglesias u organizaciones antes de que vengan a hablar de la falsedad y el interés deshonesto como si de verdad los ofendiese; ése es otro tema que no pienso tocar en esta entrada.
Como sea, lo que quiero decir es que creer en Dios no debería ser un tema de debate (a diferencia de su existencia), sino que debe entenderse como un derecho, un pequeño refugio que algunos eligen usar y otros no. Como dije, yo nunca he sido un hombre de fe, y me considero más bien un agnóstico (aunque debido al ambiente en que crecí y fui educado me deja cierto temor a Dios, por lo que diría que estoy más cerca de la religión que del ateísmo, quién sabe), así que eso de "dejar todo en manos de Dios" o evitar sentirme solo por la presencia omnipotente de Dios nunca me ha funcionado mucho. Pero envidio a los que sí.
(otro tema random... ojalá les haya servido de algo)
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