....Debió ser eso: nos fuimos desgastando. Inventamos miradas de te quiero como quien no sabe decirlo y abrazos medio entregados. Fuimos ondas silenciosas, emitiendo siempre al otro un mensaje difuso, entre queriendo llegar y queriendo quedarse, y al final un no saber ya nada. Hubo amaneceres llenos de tus sonrisas (y no sé si sabías que las ibas derramando; había una por acá y otras más allá) y deseos interminables con sus noches de tu ausencia, de realidades enmarañadas que no te veían llegar. Nacimos de cada conversación, de cada chiste y cada risa, de tus ojos en los míos; nacimos de estar juntos y del tiempo que nos faltó estarlo. Fuimos magia y un milagro que pasó desapercibido, atrapados en una conversación de madrugada con la voz apagada y el cariño en las palabras. Nos fuimos queriendo así sin saber cómo querernos, perdiéndonos en cada intento fallido y promesas jamás entregadas, ya sin vernos uno al otro, esparcidos en la confusión de algún recuerdo, lejos de poder encontrarnos.
martes, marzo 20, 2012
Entre queriendo y no querer.
Y fuimos entonces un sigilo
─un último cuídate atrapado en la garganta─ más callado que el viento y nuestras respiraciones, más callado aún que las miradas. Y entonces ya no fuimos nada.Publicado por céssar sinclair en 19:04
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