Una de las cosas que descubrí este 2010 es que si hay una cosa que deteste en el mundo, son los mandilones. Sí, esas cosas que las mujeres en una relación llevan colgando del brazo. Y no tengo problema alguno con que tengan tanto afecto por alguien ni que sean felices; si de ello se trata, por favor enamórense, estén con esa persona que los motiva a sobrellevar los días. Pero no olviden a todas las personas que los acompañaban antes, más específicamente, a los amigos que estaban con ustedes simplemente porque les gustaba hacerlo, sin ningún otro compromiso y sin necesidad de llegar a lo carnal. Y ellos dirán que no es su intención, o que siguen estando ahí para uno tanto como antes, pero lo cierto es que hay un distanciamiento, y para alguien que aprecia tanto una amistad como yo, que la necesita tanto, las distancias crecen demasiado rápido, y a veces es mejor decir adiós que pretender estar agusto con alguien que te hace sentir tan reemplazable.
martes, diciembre 21, 2010
El amor como antagonista de la amistad.
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Etiquetas: Reflexiones.
jueves, diciembre 02, 2010
Lo mucho que te quiero.
......Verás, que la vida nos ha golpeado duro. Pero te quiero cincuenta mil canciones que nadie ha escrito, y se niegan a saberlo las nubes en tus pupilas. Estoy celoso del amor que podrías tenerme mientras yo te quiero de pies ─lunares, miedos, vellos, rodillas lastimadas, la parte baja de tu espalda─ a cabeza. Somos la rima de un poema sin ritmo, más muertos que un dinosaurio, y me vuelvo el demonio de tus tardes miopes, sentada sobre la banqueta: mi Capilla Sixtina; ya llegó tu David, triste Mona Lisa. ¿No ves cómo nos llueven atardeceres y tu abrigo se empapa en puestas de sol? Ya no me siento solo (conjuro de tu ingenio), en el camino a casa te llevo en los zapatos cuando antes corría descalzo. Y dirás entonces que no puedes estar tan enamorada sudando mis abrazos, que te mueres de amor, que te hubiese gustado ser la primera. Y yo te diré ─con labios que no dudan─ que así te quiero enamorada, transpirando de tus besos, que si te llega un invierno me dejes viviendo en tus otoños, que eres la primera en mis noches y de la luna eres el cuarto que me llena. Qué poco me conoces, llorando sueño entre otro sueño, e ignoras mis manos en tu cintura, como ciempiés bajo tu falda del bar en que trabajas, y te doy de propina, ya yaciendo en la penumbra de tus pestañas, el aliento en la garganta y mi futuro enredado entre las piernas. Pero verás que antes que suenen la campana, la vida nos habrá hecho añicos, pues al tiempo le enoja que lo detengas y lo hagas eterno, y yo seguiré como fauno juguetón con tus cosquillas en los dedos: cada vez que me toque los labios, sentiré entre risas un te quiero.
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Etiquetas: Relatos y ficción.
lunes, noviembre 15, 2010
Movie & Song Of The Week
Hace tiempo puse una entrada que recomendaba una película y una canción, y mencioné un poco al respecto. Ahora vuelvo a hacerlo, con una extensión en el proyecto:
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Etiquetas: Fuentes externas.
miércoles, noviembre 03, 2010
Epifanía entre el calor urbano.
Son las tres cincuenta y dos de la tarde, y nadie lo sabe, pero es éste el segundo más ajetreado en la ciudad. En una intersección cualquiera, bajo el sol murmurando en la frente de todos, Luis sabe que se está muriendo con solo dieciocho años. Ni siquiera ha sido su culpa: una camioneta no se detuvo en la señal de alto y lo golpeó fuerte y directo por su flanco izquierdo. Ahora tiene un brazo, ambas piernas y cuatro costillas rotas, pero él no lo siente así: se siente todo él roto. Le queda tan poco por vivir, y es más triste aún cuando él lo advierte. Se siente empapado, sin saber si es por la sangre que sale de su boca, el sudor de una muerte acalorada y prematura o el miedo que lo ha hecho orinarse. Seguramente es el miedo, piensa, el miedo y el remordimiento de no haber vivido más años ─más meses, semanas, días, minutos, segundos, carajo, más algo─. No puede siquiera moverse, con el volante enterrado en el pecho y su cabeza colgando al vacío, como un títere al que le han cortado las cuerdas. Es cuando se da cuenta que está llorando: lágrimas de impotencia, de abandono, ríos de sueños truncados. Qué triste se pondrá su madre cuando no llegue a las cuatro a comer su plato de frijoles machacados con una tortilla de harina y media, qué triste cuando no lo haga ya ninguna tarde. Luis escucha gritos muy lejanos, voces borrosas en el tiempo (no es la distancia que los separa, sino su agonía): “¡Sáquenlo! ¡Llamen a una ambulancia!”. Los vecinos han llegado corriendo, pero eso no le importa; caray, no le importa siquiera el hijo de puta que lo ha chocado. En este preciso instante, el que sabe que será su último exhalar de aire, le importan los abrazos, los infomerciales en noches de insomnio, la sonrisa de papel de su abuela, el lodo en sus zapatos al volver de la primaria, la cerveza en su sangre los fines de semana, el juguete que nunca obtuvo en Navidad, el videojuego que no terminó con su mejor amigo y los besos de Sofía. “Qué cotidiano se vuelve lo importante cuando ya se va a morir uno”. Ya hay brazos tratando de alcanzarlo y liberarlo de esa prisión de metal y dientes, pero él no siente nada; y es que ya no está en sus dedos, en sus uñas: ya no está en él. Es sólo en el último instante en que perece que se da cuenta de su fuerza titánica, de cómo podía tragarse al mundo a cada palabra dicha y parpadeo entregado, de cómo lo tragó tantas veces al respirar sueños despierto. Sólo al morir puede uno sentirse vivir.
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Etiquetas: Relatos y ficción.
lunes, octubre 25, 2010
Recuerdo en una noche de invierno.
Aquí, en este callejón que ha visto mejores besos y bajo estrellas opacas, estamos cogiendo. Entro, salgo, entro, salgo; sintiendo el frío contenedor de metal en nuestros costados, lleno de la basura que será la cartilla de mañana. Te beso y me dices que te pica mi barba, que yo lo sé, que la corte, ay, que se encaja en tus mejillas. Pero sabes que no he podido, que el tiempo encandilándose bajo el sol no me alcanza para encontrar una navaja y que esta ciudad es tan nueva para mí como viejos le somos nosotros. Escucho tus dientes tiritar y tus brazos amarrándose a mi cuello, pero te das cuenta que el único calor que puedo darte es el de mi aliento saliendo como fantasma y el de nuestras entrepiernas al encontrarse. Siento doler el brazo, producto de alguna aguja infectada, y no te digo nada porque entonces también te dolería. Qué mal huele: las calles, la alcantarilla, tu cabello, nuestros cuerpos. Somos tan ajenos a este callejón que por hoy será nuestra casa, pero tan propios de sus olores y sabores. Y te aferro contra la pared para invadirte fuerte y entonces escuchar los gemidos que siempre tratas de callar y no lo logras, porque crees que a alguien le importan dos vagos cogiendo en la más temprana madrugada. “No termines adentro”, me alcanzas a decir entre alientos, y te callo con un beso. Separamos los labios para respirar en la respiración del otro, apenas imperceptibles en este mundo, inexistentes en el universo. Tus manos se clavan en mi espalda y te doy una última puñalada, como despedida en un orgasmo. El mundo cae fugazmente hasta el pavimento sucio y muere junto al pantalón enredado en mis tobillos: nuestro genocidio sin cadáveres. Respiras de los poros en mi hombro, yo respiro de ti. Nuestro aire ya está en calma, y escuchamos el silencio de nuestro éxtasis entre la sirena de alguna patrulla a seis cuadras y el chillar de una rata. Pero nace en tus pulmones el aire que retumba en tu garganta y articulan el sonido que sale por tus labios, el único que quiero escuchar y hace valer la pena esta mierda en que vivimos: “te quiero”. Siempre has sido el tesoro que hace brillar nuestra miseria.
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Etiquetas: Relatos y ficción.
domingo, octubre 10, 2010
eslabones
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Etiquetas: Relatos y ficción.
viernes, octubre 01, 2010
perdiéndome (soneto primero)
Después de alrededor de cinco años escribir por afición, finalmente compuse mi primer soneto, con estructura ABBA ABBA CDC CDC y versos de doce sílabas. Espero con el tiempo mejorar en esto del verso reglamentado. Gracias por la leída.
que aún mañana seguirás junto a mi alma
con tu canto de seda que me da calma
y tu abrazo tierno en la noche estrellada.
Refúgiame entre tus pupilas, perdiéndome,
llévame siempre inconsciente en tus pestañas,
y que no me entere de cuánto me dañas
al sentirte desdichada, aún queriéndome.
Porque no sabrás nunca que te amo tanto:
vivo sin historia y muero en un instante
por sentir la fragancia harta de tu encanto.
No me abandones, desnudo y sin tu manto;
déjame acercarme si te hallo distante
y dame el beso que en tus yemas me planto.
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Etiquetas: Poesía.
sábado, septiembre 25, 2010
ser incertidumbre
Saber que mañana puedo amarte menos
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Etiquetas: Poesía.
jueves, septiembre 02, 2010
no hemos estado bien
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Etiquetas: Relatos y ficción.
sábado, agosto 14, 2010
sucesos de la vida diaria con una pizca de dramatismo
El problema es esperar mucho de la gente y suponer que los demás comparten los mismos conceptos de las cosas.
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Etiquetas: Dedicatorias.
viernes, julio 30, 2010
y preguntas por qué
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Etiquetas: Poesía.
domingo, julio 25, 2010
ayer pasaron diecinueve años
Ayer pasaron diecinueve años.
Por la madrugada conocí a muchas personas, pero no sabíamos nada. Y era bonito eso de no saber nada, porque no sabíamos a qué temer o qué buscar, no sabíamos que éramos tan frágiles. Muchos se habían ido cuando amaneció; creo que fue cuando aprendimos a soñar. Cada quien se fue comiendo el mundo migaja por migaja, y muchos se apresuraron al sentir el vértigo de crecer: terminaron enfermos y con el estómago lleno. Yo nunca comí mucho, y siempre he sido delgado de vida. De cualquier manera, para la tarde ya sabían vivir enfermos, y les gustaba más que la salud. Permanecí enojado hasta la noche, queriendo estar enfermo sin atreverme. Pero me enamoré y ya nada importó, y aún al dormir seguía enamorado ─y esperando ser amado─.
Aun recordando diecinueve años ayer, siento que no ha pasado ni ese día; pero he aprendido algunas cosas:
1. Nada te hace sentir más fuerte que usar una capa de Batman (con todo y su máscara).
2. (Casi) todas las monjas son malvadas.
3. La gente cambia.
4. Sonreir siempre cansa, pero es un cansancio que vale la pena y la mejor recompenza cuando se logra en otro rostro.
5. No se confía en los que te escriben "123 conmigo", sino en los que te dicen "cuenta conmigo".
6. El pastel y las galletas saben siempre mejor con un vaso de leche.
7. El mejor cumplido es aquél que se puede dar uno mismo con sinceridad.
8. Es bueno enfermarse de vez en cuando, pero siempre teniendo el antídoto a mano.
9. Las mejores conversaciones no se tienen con la gente que más habla, sino con la que más lee y más escucha.
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Etiquetas: Reflexiones.
miércoles, julio 14, 2010
quiero ser tu superhéroe
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Etiquetas: Poesía.
domingo, junio 13, 2010
mera química
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Etiquetas: Reflexiones.
martes, junio 01, 2010
la vida entre ocasos
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Etiquetas: Relatos y ficción.
sábado, mayo 15, 2010
detalles:
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Etiquetas: Sin motivo aparente.
viernes, abril 30, 2010
No llegamos hasta el final
Pero, ey, lo intentamos.
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Etiquetas: Reflexiones.
jueves, abril 15, 2010
hermosa
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Etiquetas: Relatos y ficción.
lunes, abril 05, 2010
para ti:
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Etiquetas: Dedicatorias.
lunes, marzo 15, 2010
Qué graciosa es la mediocridad!
La audiencia del cine me tiene indignadísimo.
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Etiquetas: Reflexiones.
viernes, marzo 12, 2010
islas y mentes
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Etiquetas: Poesía., Relatos y ficción.
lunes, marzo 08, 2010
no sé si algún día te irás
Ha pasado alrededor de un año; no desde la primera vez que te vi, sino desde el día que me di cuenta que había quedado atrapado en un mundo donde tu sonrisa lo es todo. No sé cuándo fue que empecé a pensar en ti, mucho menos el porqué ─ése lo he buscado ya por tanto tiempo que me he resignado a encontrarlo algún día─, porque todo esto llegó tan subitamente que confundí las mariposas en mi estómago con nauseas. Y quizás, después de todo este tiempo, sean sólo eso: nauseas.
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Etiquetas: Reflexiones.
martes, febrero 23, 2010
de putas y musas.
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Etiquetas: Relatos y ficción.
viernes, febrero 19, 2010
partículas perdidas
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Etiquetas: Reflexiones.
miércoles, enero 06, 2010
decisiones

A veces, todo parece ir en nuestra contra, y el mundo parece conspirar para que tomemos el camino más fácil.
Pero son aquéllos que se arriesgan a seguir su propia dirección los que más disfrutan el viaje.

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Etiquetas: Reflexiones.