martes, diciembre 21, 2010

El amor como antagonista de la amistad.

Una de las cosas que descubrí este 2010 es que si hay una cosa que deteste en el mundo, son los mandilones. Sí, esas cosas que las mujeres en una relación llevan colgando del brazo. Y no tengo problema alguno con que tengan tanto afecto por alguien ni que sean felices; si de ello se trata, por favor enamórense, estén con esa persona que los motiva a sobrellevar los días. Pero no olviden a todas las personas que los acompañaban antes, más específicamente, a los amigos que estaban con ustedes simplemente porque les gustaba hacerlo, sin ningún otro compromiso y sin necesidad de llegar a lo carnal. Y ellos dirán que no es su intención, o que siguen estando ahí para uno tanto como antes, pero lo cierto es que hay un distanciamiento, y para alguien que aprecia tanto una amistad como yo, que la necesita tanto, las distancias crecen demasiado rápido, y a veces es mejor decir adiós que pretender estar agusto con alguien que te hace sentir tan reemplazable.

Quizás exagero, tiendo a hacerlo, pero no veo tan descabellada la idea de mantener las amistades aún teniendo pareja, y es más que aceptable que la frecuencia con que los amigos se juntan disminuya, pero vamos, que sacrificar uno que otro día con la novia para tener una buena plática y risas no requiere de mucho esfuerzo. He perdido dos amigos hasta el momento gracias a esto, y tomando en cuenta el tiempo que me cuesta llamar a alguien mi amigo (para ganar confianza y ser yo plenamente), pues... es realmente una decepción que duele.
Tomen esto como consejo, lectura casual, para identificarse y que les valga madre o, como yo lo he hecho, un pequeño desahogo, que hace rato no publicaba uno.

jueves, diciembre 02, 2010

Lo mucho que te quiero.

......Verás, que la vida nos ha golpeado duro. Pero te quiero cincuenta mil canciones que nadie ha escrito, y se niegan a saberlo las nubes en tus pupilas. Estoy celoso del amor que podrías tenerme mientras yo te quiero de pies ─lunares, miedos, vellos, rodillas lastimadas, la parte baja de tu espalda─ a cabeza. Somos la rima de un poema sin ritmo, más muertos que un dinosaurio, y me vuelvo el demonio de tus tardes miopes, sentada sobre la banqueta: mi Capilla Sixtina; ya llegó tu David, triste Mona Lisa. ¿No ves cómo nos llueven atardeceres y tu abrigo se empapa en puestas de sol? Ya no me siento solo (conjuro de tu ingenio), en el camino a casa te llevo en los zapatos cuando antes corría descalzo. Y dirás entonces que no puedes estar tan enamorada sudando mis abrazos, que te mueres de amor, que te hubiese gustado ser la primera. Y yo te diré ─con labios que no dudan─ que así te quiero enamorada, transpirando de tus besos, que si te llega un invierno me dejes viviendo en tus otoños, que eres la primera en mis noches y de la luna eres el cuarto que me llena. Qué poco me conoces, llorando sueño entre otro sueño, e ignoras mis manos en tu cintura, como ciempiés bajo tu falda del bar en que trabajas, y te doy de propina, ya yaciendo en la penumbra de tus pestañas, el aliento en la garganta y mi futuro enredado entre las piernas. Pero verás que antes que suenen la campana, la vida nos habrá hecho añicos, pues al tiempo le enoja que lo detengas y lo hagas eterno, y yo seguiré como fauno juguetón con tus cosquillas en los dedos: cada vez que me toque los labios, sentiré entre risas un te quiero.

lunes, noviembre 15, 2010

Movie & Song Of The Week

Hace tiempo puse una entrada que recomendaba una película y una canción, y mencioné un poco al respecto. Ahora vuelvo a hacerlo, con una extensión en el proyecto:

Movie & Song Of The Week es una actividad que llevo a cabo desde Septiembre 21 del año pasado, en el que cada lunes a traves de mi cuenta de Twitter (www.twitter.com/cessarsinclair) recomiendo una canción y una película. Mas por la limitación de ciento cuarenta caracteres de Twitter, nunca pude ofrecer explicación de por qué las recomendaciones o más información sobre las mismas. Así que hace una semana inauguré un nuevo blog, el cual usaré para eso precisamente, justificar las recomendaciones. Hasta ahora han pasado dos lunes, lo cual significa dos entradas. El link es el siguiente:


Me gustaría mucho si se pasaran por él de vez en cuando y compartieran su opinión. Aún si no son precisamente cinéfilos o amantes de la música, sé que podrán entretenerse leyendo algunas de las entradas e incluso encontrar algo que termine gustándoles.

miércoles, noviembre 03, 2010

Epifanía entre el calor urbano.

Son las tres cincuenta y dos de la tarde, y nadie lo sabe, pero es éste el segundo más ajetreado en la ciudad. En una intersección cualquiera, bajo el sol murmurando en la frente de todos, Luis sabe que se está muriendo con solo dieciocho años. Ni siquiera ha sido su culpa: una camioneta no se detuvo en la señal de alto y lo golpeó fuerte y directo por su flanco izquierdo. Ahora tiene un brazo, ambas piernas y cuatro costillas rotas, pero él no lo siente así: se siente todo él roto. Le queda tan poco por vivir, y es más triste aún cuando él lo advierte. Se siente empapado, sin saber si es por la sangre que sale de su boca, el sudor de una muerte acalorada y prematura o el miedo que lo ha hecho orinarse. Seguramente es el miedo, piensa, el miedo y el remordimiento de no haber vivido más años ─más meses, semanas, días, minutos, segundos, carajo, más algo─. No puede siquiera moverse, con el volante enterrado en el pecho y su cabeza colgando al vacío, como un títere al que le han cortado las cuerdas. Es cuando se da cuenta que está llorando: lágrimas de impotencia, de abandono, ríos de sueños truncados. Qué triste se pondrá su madre cuando no llegue a las cuatro a comer su plato de frijoles machacados con una tortilla de harina y media, qué triste cuando no lo haga ya ninguna tarde. Luis escucha gritos muy lejanos, voces borrosas en el tiempo (no es la distancia que los separa, sino su agonía): “¡Sáquenlo! ¡Llamen a una ambulancia!”. Los vecinos han llegado corriendo, pero eso no le importa; caray, no le importa siquiera el hijo de puta que lo ha chocado. En este preciso instante, el que sabe que será su último exhalar de aire, le importan los abrazos, los infomerciales en noches de insomnio, la sonrisa de papel de su abuela, el lodo en sus zapatos al volver de la primaria, la cerveza en su sangre los fines de semana, el juguete que nunca obtuvo en Navidad, el videojuego que no terminó con su mejor amigo y los besos de Sofía. “Qué cotidiano se vuelve lo importante cuando ya se va a morir uno”. Ya hay brazos tratando de alcanzarlo y liberarlo de esa prisión de metal y dientes, pero él no siente nada; y es que ya no está en sus dedos, en sus uñas: ya no está en él. Es sólo en el último instante en que perece que se da cuenta de su fuerza titánica, de cómo podía tragarse al mundo a cada palabra dicha y parpadeo entregado, de cómo lo tragó tantas veces al respirar sueños despierto. Sólo al morir puede uno sentirse vivir.

lunes, octubre 25, 2010

Recuerdo en una noche de invierno.

Aquí, en este callejón que ha visto mejores besos y bajo estrellas opacas, estamos cogiendo. Entro, salgo, entro, salgo; sintiendo el frío contenedor de metal en nuestros costados, lleno de la basura que será la cartilla de mañana. Te beso y me dices que te pica mi barba, que yo lo sé, que la corte, ay, que se encaja en tus mejillas. Pero sabes que no he podido, que el tiempo encandilándose bajo el sol no me alcanza para encontrar una navaja y que esta ciudad es tan nueva para mí como viejos le somos nosotros. Escucho tus dientes tiritar y tus brazos amarrándose a mi cuello, pero te das cuenta que el único calor que puedo darte es el de mi aliento saliendo como fantasma y el de nuestras entrepiernas al encontrarse. Siento doler el brazo, producto de alguna aguja infectada, y no te digo nada porque entonces también te dolería. Qué mal huele: las calles, la alcantarilla, tu cabello, nuestros cuerpos. Somos tan ajenos a este callejón que por hoy será nuestra casa, pero tan propios de sus olores y sabores. Y te aferro contra la pared para invadirte fuerte y entonces escuchar los gemidos que siempre tratas de callar y no lo logras, porque crees que a alguien le importan dos vagos cogiendo en la más temprana madrugada. “No termines adentro”, me alcanzas a decir entre alientos, y te callo con un beso. Separamos los labios para respirar en la respiración del otro, apenas imperceptibles en este mundo, inexistentes en el universo. Tus manos se clavan en mi espalda y te doy una última puñalada, como despedida en un orgasmo. El mundo cae fugazmente hasta el pavimento sucio y muere junto al pantalón enredado en mis tobillos: nuestro genocidio sin cadáveres. Respiras de los poros en mi hombro, yo respiro de ti. Nuestro aire ya está en calma, y escuchamos el silencio de nuestro éxtasis entre la sirena de alguna patrulla a seis cuadras y el chillar de una rata. Pero nace en tus pulmones el aire que retumba en tu garganta y articulan el sonido que sale por tus labios, el único que quiero escuchar y hace valer la pena esta mierda en que vivimos: “te quiero”. Siempre has sido el tesoro que hace brillar nuestra miseria.

domingo, octubre 10, 2010

eslabones

Ramiro le está cortando el cabello a Carlos, quien ha decidido finalmente entrar a una de esas estéticas de gente joven. Tiene la esperanza de así contagiarse de un estilo que el mundo parece exigirle para dormir con una mujer que pueda volver a ver después de una noche. Tendrá una cita en tres horas con Laura, a quien conoció esa mañana en el cuarto de la copiadora del edificio en que trabaja. Ella no trabaja ahí, entró al edificio para ahorrarse el caminar de tres cuadras y media calle abajo y los cincuenta centavos en el fondo de su bolsa para sacar una copia del diagnóstico recién recibido de su ginecólogo, el cual meterá luego en un sobre para dejarlo al pie de la puerta de Sergio, su pareja de tres noches, anunciándole que tiene sífilis. Esto no solo lo hará rabiar, sino que le dará también la fuerte convicción para dejar sus fines de semana de bar saliendo de la oficina, la cual durará un fin de semana y medio. Le hará pasar un mal rato a su esposa en la noche cuando se rehúse a tener sexo por temor a contagiarla y por este medio descubra ella sus engaños. Esto la hará sentir sexualmente inatractiva, justo hoy que ha cocinado por cuatro horas en honor al segundo aniversario de su boda. Raúl no la trataría así, piensa, recordando a su exnovio ausente al decir ella “acepto”. La verdad es que él dejó de quererla hace mucho, y su ausencia se debió a un asunto muy lejano a su drama romántico: su madre fue internada en el hospital esa noche para iniciar el tratamiento contra el cáncer alojado en sus pulmones. Éste la venció como todo buen villano siete meses después mientras Raúl la tomaba de la mano; su último pensamiento fue Leonor, la amiga que más quiso. Pero ella nunca habría de saberlo, de hecho, no habría de enterarse siquiera de su muerte hasta seis días después al volver de uno de sus viajes en crucero. La noticia la abrumará de inmediato, pero no llorará hasta dos horas después, cuando pueda estar sola. Tres semanas a partir de ese momento no podrá dejar de recordar el viaje a Puebla en que ambas se conocieron bajo el ardor del tequila en sus gargantas. Visitar el lugar donde reposan sus cenizas la hará olvidar la pequeña ceremonia de graduación de la escuela primaria de su única nieta. Ella no lo resentirá, por supuesto, y ni siquiera ocupará un lugar en su memoria siete años después, cuando se crea más enamorada que cualquier otra mujer que haya vivido. Javier se encargará de romper sus ilusiones cuando la mire un día a los ojos y no distinga en ellos su mejor atardecer, y se dé cuenta que no la ama y nunca lo hará. No es una mala persona y sus intenciones están lejos de ser maliciosas, pero pensará lo contrario ochenta y dos horas después, cuando resbale por la acera congelada de su último invierno y un golpe en la nuca lo mate. Su corazón le salvará la vida a un hombre en una operación seis horas más tarde, cuya sangre se le hacía ya muy pesada al suyo, logrando así su propósito sin que él lo llegue a saber. Esteban saldrá del hospital con un corazón y aires nuevos, y cual si hubiese vivido una revelación en el quirófano, llamará a su primer amor, a quien no ve desde que tenía veintitrés años hace ya muchos ayeres. Se reconciliarán, y Ramiro le perdonará el dolor que sentía a punzadas y le dejó sin lágrimas hace más de cinco años. Pero Ramiro no sabe nada de esto aún, no sabe siquiera que justo hoy será el día que comenzará a llorar. Hoy solo se dedica a ignorarlo, y a cortarle el cabello a Carlos, quien en seis horas contraerá sífilis.

viernes, octubre 01, 2010

perdiéndome (soneto primero)

Después de alrededor de cinco años escribir por afición, finalmente compuse mi primer soneto, con estructura ABBA ABBA CDC CDC y versos de doce sílabas. Espero con el tiempo mejorar en esto del verso reglamentado. Gracias por la leída.


~~~

Dime cuando acabe el alba en tu mirada
que aún mañana seguirás junto a mi alma
con tu canto de seda que me da calma
y tu abrazo tierno en la noche estrellada.

Refúgiame entre tus pupilas, perdiéndome,
llévame siempre inconsciente en tus pestañas,
y que no me entere de cuánto me dañas
al sentirte desdichada, aún queriéndome.

Porque no sabrás nunca que te amo tanto:
vivo sin historia y muero en un instante
por sentir la fragancia harta de tu encanto.

No me abandones, desnudo y sin tu manto;
déjame acercarme si te hallo distante
y dame el beso que en tus yemas me planto.

sábado, septiembre 25, 2010

ser incertidumbre

Saber que mañana puedo amarte menos

........y que no seré eterno
que cuando muera me enterrarás en recuerdos
y la vida no notará que me he ido.
Ser incertidumbre
Amarte carnal, poder olvidarte
........saber que es muy probable
y ser como estrellas
quemándose a lo lejos
(extinguirnos en cada uno de tus suspiros).
Serte indiferente y dudar que te he querido
para luego extrañar tu sonrisa
y luego extrañar no hacerlo.
Decirte que todo estará bien
........pero no saberlo
para entonces perderme en tu abrazo
cuando ya esté perdido.
Porque no sé si te amaré mañana
despertando al lado de un nuevo sentimiento
como jugarreta del destino a costa nuestra,

pero sé que hoy te amo
que te amo más de lo que te amé ayer
y que por ahora
mientras este beso dure
sólo eso me basta.

jueves, septiembre 02, 2010

no hemos estado bien

Lo veo en tus ojos a cada parpadeo, la tristeza honda que se esconde en tus pupilas. No hemos estado bien, y sé reconocer lo pesado que se ha vuelto tu aire. Tus labios son un vaivén de cuchillas ansiosas de cortar mi piel con tus palabras, y sin embargo te quedas muda, porque sé que no esto lo que quieres y que te duele que yo duela. Y me tomas de la mano, porque no hemos estado bien y me pides que sea fuerte cuando tú no puedes serlo. Ya hemos sido fuertes mucho tiempo, y nuestros abrazos se han vuelto demasiado suaves, como cansados; no te culpo, sé cuánto hemos luchado. Tus ojos se vuelven vidrio, y es aquí cuando me siento tan fuerte y al mismo tiempo tan vulnerable, y por más que quiero no puedo esconderme; soy testigo de una agonía que siento propia (y es que también es mía). No, no hemos estado bien y nada me pesa más, ni siquiera el rubor ausente de tus mejillas o las canciones que nos faltó escuchar. Quiero llorar contigo, pero no lo hago, porque sé que no te gusta, porque de cualquier manera no me queda qué llorar. Y te beso la cabeza, medio para esconder la sonrisa que no puedo seguir aparentando, pero más bien porque te amo. No extraño tu cabello, porque no puedes dejar de ser hermosa aun con las jeringas en tus muñecas, pero extraño la vida que se llevó. Estrecho tus dedos entre los míos, deseando apretarlos tan fuertes que no se distingan nuestras manos, pero me da pavor poder romperte y puedo apenas rozarte. Pronto te irás, y no puedo seguirte. Pero sonríes, con los párpados pesados y los labios blancos, porque no hay de qué te arrepientas. Me susurras al oído el más bello te quiero y sólo entonces lloro. Y es que no hemos estado bien, pero nunca te he querido más.

sábado, agosto 14, 2010

sucesos de la vida diaria con una pizca de dramatismo

El problema es esperar mucho de la gente y suponer que los demás comparten los mismos conceptos de las cosas.

A veces se me olvida mostrarme sumamente indiferente ante todo y todos, porque una vez que una persona sabe que la quieres ─y esta persona no te quiere tanto─, ya saliste perdiendo. Pero a veces es muy difícil ocultarlo o no sonreir estúpidamente sin razón alguna. Estas cosas pasan, y no es la primera vez que me toca; si planeo vivir más años, debo afrontar que tampoco será la última. Lo malo (visto desde mis ojos) y lo gracioso (visto desde otros) es que uno pensaría que algo se aprende de cada desilusión. Pero la verdad es que la experiencia y el aprendizaje vienen valiendo madre cuando se trata de ilusiones, porque cada una llega con la misma intensidad que la anterior, siempre con la promesa de que acabamos de encontrar lo que no sabíamos que estabamos buscando.
En fin, hay más de seis mil millones de personas esperando ser conocidas, y seguro en alguien encuentro lo que esperaba ver en ti. Después de todo, la vida se trata de construir memorias, y tú ya eres una.

viernes, julio 30, 2010

y preguntas por qué

....porque careces
....porque nunca sabes
....porque hablas
................Y ENTONCES ARDE
....porque eres humo
....porque callas
....porque no tienes palmas ni tienes labios
....porque has visto todo
................pero eres ciega
....por tus canciones a capella y los billetes en tu almohada
....porque me miras
....porque no aprendiste a mentir
....porque crees en la magia y en mi misericordia
....porque no sangras
....porque existes sin espacio ni tiempo
....porque hay llagas
....porque puedo odiarte a la medida
................y hacerte sentir quién soy
....porque te amo y nunca lo hago
....porque aún te espero en cada ocaso.

domingo, julio 25, 2010

ayer pasaron diecinueve años

Ayer pasaron diecinueve años.
Por la madrugada conocí a muchas personas, pero no sabíamos nada. Y era bonito eso de no saber nada, porque no sabíamos a qué temer o qué buscar, no sabíamos que éramos tan frágiles. Muchos se habían ido cuando amaneció; creo que fue cuando aprendimos a soñar. Cada quien se fue comiendo el mundo migaja por migaja, y muchos se apresuraron al sentir el vértigo de crecer: terminaron enfermos y con el estómago lleno. Yo nunca comí mucho, y siempre he sido delgado de vida. De cualquier manera, para la tarde ya sabían vivir enfermos, y les gustaba más que la salud. Permanecí enojado hasta la noche, queriendo estar enfermo sin atreverme. Pero me enamoré y ya nada importó, y aún al dormir seguía enamorado ─y esperando ser amado─.
Aun recordando diecinueve años ayer, siento que no ha pasado ni ese día; pero he aprendido algunas cosas:

1. Nada te hace sentir más fuerte que usar una capa de Batman (con todo y su máscara).
2. (Casi) todas las monjas son malvadas.
3. La gente cambia.
4. Sonreir siempre cansa, pero es un cansancio que vale la pena y la mejor recompenza cuando se logra en otro rostro.
5. No se confía en los que te escriben "123 conmigo", sino en los que te dicen "cuenta conmigo".
6. El pastel y las galletas saben siempre mejor con un vaso de leche.
7. El mejor cumplido es aquél que se puede dar uno mismo con sinceridad.
8. Es bueno enfermarse de vez en cuando, pero siempre teniendo el antídoto a mano.
9. Las mejores conversaciones no se tienen con la gente que más habla, sino con la que más lee y más escucha.

10. Al final, nunca se ha dicho suficiente.

Y mañana, esto habrá sido un instante.

miércoles, julio 14, 2010

quiero ser tu superhéroe

Quiero ser tu superhéroe
...y volar hasta el rincón ..............más distante en la ciudad
...tras escuchar los latidos de tu corazón
...con mi oído biónico hipersensible.
Que con un beso me hagas fuerte
...y ni las peores noticias ─ni la más potente criptonita─
...puedan anular el efecto de tus labios al rozarme
..................(serás mi arma más efectiva)
Porque mi cuerpo alcanza las más altas temperaturas
..........y me vuelvo como lava
...al sentir tus manos por mi espalda,
...pero no hay glaciar más frío ni más duro
...que la roca en que mi corazón se transforma
...al sentirte mis radares
.................................lejos.
Podría incluso viajar más allá de toda atmósfera
...y que mis ojos te hallen a miles de kilómetros
.............de ....d i s t a n c i a
...desde la galaxia más remota,
...sin preocuparme por el aire que falte en mis pulmones;
..................con tu recuerdo, tengo y me sobra vida

Por ti seré indestructible
...y si te tengo de la mano, soy a prueba de balas:
...correré millas en segundos
...por llevarte al cine a tiempo,
...y desafiaré a la eternidad
...por cumplirte una promesa.

Por ti puedo hacerlo todo
........y un poquito más
...porque me haces sentir un superhéroe
...y sólo tú puedes vencerme.

domingo, junio 13, 2010

mera química

El carácter y la personalidad se derivan en gran parte de los genes obtenidos al momento de concepción. La locura ocurre debido a la malfunción de organismos específicos dentro del cuerpo que afectan la percepción de lo que se define como real. Las estadísticas han comprobado que la depresión y el pensamiento suicida pueden ser causados por un cambio en los polos magnéticos de la tierra.
Todo cuanto sentimos es, pues, una simple función química delineada por el funcionamiento básico del cuerpo humano. Los latidos del corazón aumentan su frecuencia debido a la excitación que los patrones del consciente marcan, y la tristeza y el estrés son hábitos que la mente practica.
A eso se reduce todo: fenómenos químicos dentro del cuerpo; neuronas, nervios y musculos que se contraen para crear las sensaciones que llamamos sentimientos.
Y me parece un tanto decepcionante que todas las emociones que nos unen y nos hacen suspirar frente a un mismo cielo estrellado sean sólo productos de este sistema que llamamos cuerpo, que el rubor de nuestras mejillas que compensa por las palabras que se escapan en momentos de ilusión y nerviosismo sea sólo un efecto predeterminado y fisiológicamente común y falto de magia. Hemos hecho todo cuanto podemos por añadir romanticismo a los sentimientos, pero la verdad es que las mariposas en el estómago no son más que nervios exaltados, los corazones que casi saltan de nuestros pechos no es más que presión alta y adrenalina que el cerebro transmite, y los nudos en la garganta es sólo la sensación de nauseas y falta de aire por la traquea.
No sé, simplemente me deprime un poco pensar que no hay nada increíble en sentir, y que es una función tan simple como comer o notar las uñas crecer; pero qué me preocupo, seguramente sólo es un efecto secundario relacionado al magnetismo y sus polos.

martes, junio 01, 2010

la vida entre ocasos

...............Fue al amanecer. El sol se mostraba naranja sobre el horizonte y no había nubes en el cielo. Él salió a buscarla cuando estiró el brazo sobre su almohada y no pudo encontrarla. Recorrió cada habitación de la solitaria casa erguida entre la nada, pero no estaba en ninguna de ellas. Suspiró: sabía dónde estaba, lo había sabido desde el momento en que falló en su abrazo. Así pues, caminó con la mano al frente, cubriendo sus ojos de los rayos de la mañana. Distinguió su silueta desde la lejanía, sentada frente al lago, acompañada por el silencio del agua y el aleteo de las aves que iban y venían. Se acercó sin emitir ruido alguno, temiendo sorprenderla, y al tenerla frente a él no pudo sino abrazarla. Ella levantó su mano desde su regazo y recorrió sus manos hasta sus brazos, sus brazos hasta su cuello, su cuello hasta su rostro. Sonrió sin dejar de contemplar el amanecer reflejado frente a ella.
...............─¿Hace cuánto estás aquí? ─y le besó el cabello.
...............─Te diría, pero ya no distingo los minutos de las horas.
...............─Me hubieses despertado.
...............─No puedes pedirme eso, no soy tan fuerte.
...............Dejó de mirarla unos instantes para contemplar el más bello de los amaneceres, la majestuosidad del universo despertando para él; pero no valía la pena. Volvió a posar sus ojos en ella apenas se hubo sentado a su lado. La rodeó con sus brazos.
...............─Debiste pasar frío.
...............─Un poco ─contestó ella entre sonrisas─, pero debo acostumbrarme.
...............─Ya… ─alcanzó a decir con el corazón por la garganta─ No tiene que ser hoy.
...............Ella rió suavemente y apoyó la cabeza en su pecho. Escuchó la pesadez de su corazón a cada latido.
...............─No tengo miedo.
...............─Yo estoy aterrado.
...............─Yo también lo estaba al principio, pero al final sólo puedes sonreír.
...............─Ya no creo poder ─apretó su frágil cuerpo al suyo.
...............Ella despegó por vez primera su mirada del horizonte y sus ojos como vidrio adentraron en los suyos. Aún sonreía, con un dejo de nostalgia escondida entre las comisuras de sus labios.
...............─Me estoy muriendo ─dijo entre hilos de susurros─, pero más que por esta enfermedad comiéndome, me estoy muriendo de dicha, de risas y abrazos, de besos en mi cuello. Me estoy muriendo porque la vida ya no me alcanza para ser feliz.
...............Él la miró, apretando los labios que le temblaban, y se dio cuenta que lloraba sólo cuando una lágrima cayó sobre la mejilla de ella. Besó aquel punto, y sintió la calidez en su piel esfumándose a cada suspiro. Ella levantó el mentón y se unió en su beso con tanta suavidad como en el primero, hace ya muchos años, hace ya pocos segundos; fuera ya del tiempo.
...............No hubo más palabras, solamente últimos detalles: un último rozar de manos, un último cosquilleo bajo las pestañas, un último respiro unísono y un último cerrar de ojos. Sin embargo, no fueron para él últimos, sino primeros y únicos. Para cuando el sol hubo cruzado el cielo hasta haberlo vuelto todo naranja y luego esconderse, él seguía sosteniéndola en sus brazos.

sábado, mayo 15, 2010

detalles:

//Me gusta más el otoño: no es frío ni caliente, no es principio ni final.
//Siempre trato de no pisar las divisiones en el pavimento, ni siquiera las grietas que se hacen con el tiempo, y recurro a acortar y alargar mis pasos.
//De niño, siempre pedía que me cortaran el cabello "como Robin". Nunca se vio como el de él, pero mi papá decía que sí.
//Muchas noches me cuesta dormir, pero me cuesta aún más soñar.
//No hablo solo, sino que de vez en cuando me digo cosas a mí mismo.
//No me gusta el café y no sé por qué a los demás sí.
//En mis cajones hay papeles que no tiro desde hace años porque siento que se me va algo. Hay recibos, recados y papeles en blanco.
//El tiempo me preocupa más de lo que me dejo saber.
//Ciertas personas me fascinan, y aun las menos imaginables se vuelven mi mundo.
//Lo que escribo y digo nunca suena tan bien como sonó en mi cabeza.

viernes, abril 30, 2010

No llegamos hasta el final

Pero, ey, lo intentamos.

Las palabras se volvieron muy pesadas, perdieron esa levedad que nos hacía reir de la nada. Quizás fue el tiempo el que nos cambio, la brecha que que te volvió tan tú y a mí tan yo ─y mira que no somos tan viejos─: descubrí que no somos tan parecidos. Mis chistes ya no provocan esa risa instantanea que no era sino parte de la plática diaria, y los silencios perdieron su comodidad cuando agachamos la mirada; ya no puedo verte envejeciendo a mi lado con la simplicidad como nuestra cómplice. Esto es lo último que escribo de ti, y me llevo buenos recuerdos de salones de clase y paseos en bicicleta.

jueves, abril 15, 2010

hermosa

Escuchas tu nombre al compás de una última mirada en el espejo, sonríes con el labial que esconde las grietas en tus labios. Te llaman por un nombre que no es tu nombre, y olvidas a conciencia que no eres lo que otras noches soñaste. Escuchas, también, las porras de aquellos que te admiran desde las gradas de te escenario: ellos que no tienen cara, que no tienen nombre, que no tuvieron pasado ni tendrán futuro; no a tu lado. Sientes el ardor de la cocaína en tu nariz, sin saber si algún día desaparecerá. Caminas ─casi corres─ por el pasillo que siempre se alarga en la mañana, y las luces te deslumbran apenas escapas de las sombras. Te aman: porque eres hermosa y no reparan en las ojeras bajo tus ojos ni en el brillo del que carecen, porque llenan su garganta con tu nombre y lo soplan todo en besos, porque su algarabía ahuyenta tu soledad. Levanta tus brazos y mueve tus piernas, acaricia tus tetas y muerde tus labios. Eres una diosa y bailas frente al mundo. Ahogas el llanto de tu padre y la agonía de tu madre con sus gritos al tocarte. Abres tus ojos, miras a tu público: es casi un juego adivinar a quién sentirás dentro esta noche. Te dejas tragar por su lujuria, por las luces y las ocultas imperfecciones; te has dejado tragar ya tanto que no sientes escasear tu alma: pronto no quedará nada. Pero no importa, porque ellos te aman y tú les bailas. Tiraste tu pasado esquina por esquina en ya tantas ciudades, vives en distorsiones de sueños que tuviste cuando no sabías que existía la realidad que ahora te coge día con día. Pero no importa, porque por otro minuto, antes de que el sol regrese, lo eres todo sin sentir nada.

Y casi te sientes llorar, porque eres hermosa y todos te aman.

lunes, abril 05, 2010

para ti:

Para toda persona por la que tenga aprecio:

Sé cómo soy, sé la importancia que tengo para ti y estoy al tanto de mi expresión al verte; sé, también, de la imperfecta humanidad que me hace ocultarme a ratos. Hay veces en que no hallarás razones para mis acciones ni motivos en mis palabras, pero no te preocupes: la mayoría de las veces tampoco yo las hallo. Disculpa todo cuanto te moleste de mí (a mí me molesta el doble), disculpa que no pueda cambiar. No, no puedo ni podré cambiar; dame paciencia, a mí ya casi se me agota, y no sé qué pasará entonces, pues yo por mi parte no puedo escapar. Muy probablemente te aprecio más de lo que crees, más de lo que imaginas, y si te sonrío es posible que incluso te ame. Preferiría, sin embargo, que no malentiendas mi afecto, y no temerme cuando te busque: debes saber también que una probabilidad casi absoluta indica que te necesito más de lo que tú me necesitas. No sé decirte todo cuanto mereces, como si mi garganta nunca aprendió a pronunciar los elogios que ameritas (en lugar de eso, escribo, y me va poquito mejor), pero no concluyas por eso que soy frío o no correspondo lo que tú sientes por mí multiplicado por mil. Gracias por reirte cuando intento ser gracioso, pues sólo por ello me arriesgaría a ser ridículo. No, no miro mucho a los ojos, quizás lo has notado; probablemente no puedo sostener tu mirada, que es más pesada que la mía. Pero si pudiese ─y si la sociedad no hubiese dictado que es extraño─ te miraría todo el tiempo que puedas regalarme.
Puedes irte cuando quieras, no te culparé y trataré de no guardar rencor. Así es la vida: unos vienen y otros van, unos se quedan y otros nunca volverán. Pero si decides quedarte tan siquiera un rato más, te doy mi promesa de nunca hacerte mal con intención, sino que al contrarío, trataré de crearte recuerdos que en el futuro puedan hacerte sonreir. Y tú... tú no entregues nada a cambio: tu presencia me es más que suficiente para ayudarme a sobrellevar los días, con todo y sus puestas de sol.


lunes, marzo 15, 2010

Qué graciosa es la mediocridad!

La audiencia del cine me tiene indignadísimo.

Últimamente, no puedo ir a ver una película en la pantalla grande (una de las experiencias más maravillosas en la vida) sin que ésta esté compañana por un grupo de adolescentes idiotas sin el más mínimo respeto por la presentación y el derecho de los demás presentes. Entiendo lo que es hacer ruido en esa sala donde el silencio reina ─o debería─ y reír junto a tus amigos, e incluso tengo recuerdos agradables que incluyen a algún empleado del cine pidiéndonos con toda severidad que nos marchemos de la sala. Pero la rebeldía de esa época acabó hace ya tiempo, quizás hace cuatro años y no había entrado siquiera a la preparatoria. Y lo que me encuentro ahora es gente de mi edad hablando tan fuerte como les es posible, y pareciera que se sienten forzados a hacerlo, porque dicen más de lo que normalmente piensan.
La película que vi esta vez pasada tenía, como cualquier otra, momentos de completo silencio donde la expresión de los actores lo era todo y el efecto de drama y suspenso se intensificaban a medido que todos esperaban en sus asientos el próximo movimiento, la próxima palabra que le daría sentido a todo; una mujer dijo fuertemente con la voz más molesta que pudo ingeniar hacer "oh, my gah, wats goin on?!". Por supuesto, se escucharon risas y el murmuro de varias personas. La emoción de los artistas que se presentaban como gigantes sólo para nosotros y el arte que nos ofrecían se vio instantaneamente ridiculizada, se fue ignorada y pisoteada por una mujer estúpida que dicidió actuar como sólo sería apropiado en una de sus pedas.
Muchos me tomarán por exagerado, ambiguo o anacrónico, pero estos pequeños hechos son para mí sólo una muestra más de la decadencia de la sociedad y la pérdida de los valores que bien podríamos usar para arreglar nuestra penosa situación. Y es que si no podemos respetar el derecho ajeno de nuestros semejantes durante dos horas, ¿cómo esperamos superarnos y progresar en lo que tarda una vida?

viernes, marzo 12, 2010

islas y mentes









Vivimos en una isla
isla negra
plagada de caníbales
sedientos por nuestros sesos,
que encontraron nuestro refugio

y se comieron nuestros pensamientos.










lunes, marzo 08, 2010

no sé si algún día te irás

Ha pasado alrededor de un año; no desde la primera vez que te vi, sino desde el día que me di cuenta que había quedado atrapado en un mundo donde tu sonrisa lo es todo. No sé cuándo fue que empecé a pensar en ti, mucho menos el porqué ─ése lo he buscado ya por tanto tiempo que me he resignado a encontrarlo algún día─, porque todo esto llegó tan subitamente que confundí las mariposas en mi estómago con nauseas. Y quizás, después de todo este tiempo, sean sólo eso: nauseas.

Sigo dándote tantos significados, sigo pensando en el destino cuando vienes a mi mente; sé mejor que antes que pierdo mi tiempo. Nunca hiciste nada para que esté yo diciendo estas cosas ahora, y nunca fue tu intención hacerme perder la visión de todo lo que no seas tú y quitarle el valor a toda cosa que no sean tus ojos. Probablemente ni siquiera sabes de mí y todo esto, pero creo que así es mejor.
Ha pasado alrededor de un año, y yo sigo tratando de olvidarte.

martes, febrero 23, 2010

de putas y musas.

______________I.
Querida, ¿a dónde fue a parar tu risa? Las paredes de este cuarto se fueron cerrando; me negué a rendirme, me quedé. Ahora no puedo salir, y no sé si se irá alguna vez este sentimiento claustrofóbico que me tiene unido a ti. Enciende otro cigarrillo y mira el humo volar y perderse (éste es ya tu tercero). Veo a musas en todas mis putas, y la garganta me sabe un poco más amarga. No debes abrigarte al salir de noche: dejemos que sean las luces tus puntos de cocción, y sus sombras los recuerdos que te matan sin nunca morir. Hay que no arruinar la velada, bebe tu vino y arrebátame lo que falte de pasión; que esta noche no seas lo que un día fuiste, y anheles otro segundo ser lo que nunca te atreviste.
Y es que nadie ha de juzgarte, ni hurgará el mundo las sábanas en las que dormiste sin sueño. Intenta comerte la vida cuando ya no pueda verte, y quizás cuando amanezca pienses que todo ha valido la pena.

______________II.
“Te voy a amar por siempre, te amaré un sinfín de días. Disfrazaré toda tristeza entre sonrisas cuando estés conmigo, y me rendiré ante los impulsos cada que te sienta cerca. Aun cuando todo se desmorone y del cielo desaparezcan las estrellas, yo construiré edificios con tu nombre y monumentos con tu imagen, yo iluminaré tus noches con besos y caricias en tu cuello. Tu vida es de repente no tan tuya, y de la mía ya no queda nada mío. El mundo es nuestro, pero yo soy sólo tuyo. Y no podría ser más feliz.”

______________III.
─¿Su ropa?
─Se fue.
─¿Sus fotos, su almohada?
─Se fueron.
─¿La pintura de Monet?
─Se fue.
─¿Su voz en la contestadota?
─Se fue.
─Su amor, ¿se fue también?
─No… ése se lo fue llevando poco a poco, desde hace ya tiempo.

______________IV.
cambiar.-
1. Dejar una cosa o situación para tomar otra.
2. Dicho de una persona: Mudar o alterar su condición o apariencia física o moral.

Ella cambió.


______________V.
El tocar de sus manos ya no me excitaba como lo hacía antes,
y la magia de un amanecer a su lado desapareció como mensajes que se disuelven en el cielo.
No es su culpa, estoy segura,
que los corazones cambien o se den cuenta que nunca sintieron lo que el cuerpo urgía.
No sé por qué la mariposas escaparon de mi estómago cuando me rozaba los brazos con los suyos,
o por qué mi sonrisa se volvió forzada con el pasar de los días;
lamento no poder explicarlo.
Y nunca quise lastimarlo, ni que el vacío físico que dejé con mi partida se extendiese hasta sus adentros,
Pero todo cuanto he dicho y todo cuanto siento, él nunca podrá saberlo.


______________VI.
“Ya casi no ríes, creo que me he quedado sordo. No son tus ojos los que han perdido brillo, sino que el sol se ha negado a reflejarse en ellos. No, no eres tú quien ha ido decayendo, sino yo quien no se ha esforzado demasiado. Sólo dime que te he fallado, que no has perdido la energía que solía llenarte con cada beso de mis labios y que esto no ha muerto en la cúspide de mi alegría. Sólo dilo y ye te creeré. Sólo pídeme que cercene a Cupido por susurrarte al oído que se ha equivocado, sólo pídeme que grite a la cara del realismo su absurda naturaleza; pero no me pidas que crea que despertaste desencantada. No me obligues a creer que, a pesar de todo, te diste cuenta que no eras quien quería que fueses.”


______________VII.

Estaba equivocado: ya no creo poder amarte un sinfín de días.


______________VIII.
Mira: pareciera que hay aves que no saben volar. Tienen miedo de extender sus alas, y es muy tarde cuando el valor las llena. Caen, se rompen las patas, se hallan de repente ridículas entre plumas; la única referencia que tienen del vuelo es una de dolor. Fueron hechas para volar, pero las patas les tardan tanto en sanar que prefieren no volver a extender sus alas y soñar entre nubes. Ya no se atreven a surcar el cielo y convertirse en aire.
Mueren sin nunca ser aves.
Querida, ¿encontraste ya tu risa?

viernes, febrero 19, 2010

partículas perdidas

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Estaba pensando en mis viejos amigos de la secundaria. Esa ha sido, tal vez, la mejor época de mi vida, y todos los recuerdos me hacen sonreir. Creo que era la despreocupación, la ausencia de ese pensar "esto va acabar"; y es que cuanto más nos proponemos a disfrutar algo intencionalmente es cuando más nos invade la nostalgia, y ella es pésima compañera.
En fin, pensaba en ellos; hace tiempo no veo a muchos. Y qué triste que se hayan perdido de repente los elementos más importantes de ese tiempo en que fui tan feliz, como si me hubiera volteado sin querer un instante y el viento nos arrastró a todos. A pesar de que siento que ha pasado tan poco tiempo desde que andaba por los pasillos de la secundaria, sintiéndome el protagonista del mundo, me doy cuenta que tenía tan sólo catorce años. ¡Catorce años! Recordar todo me hace pensar que pasó ayer, pero pensar en esa edad me hace verme tan lejano de mí mismo.
¿Cuánto hemos crecido? ¿Qué tan diferentes somos de lo que fuimos? Y si volviera a verlos a todos, ¿qué tan extraños me serían; cuánto de lo que conocí en ellos seguiría vivo? Y es entonces cuando me acompaña la nostalgia.

miércoles, enero 06, 2010

decisiones

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A veces, todo parece ir en nuestra contra, y el mundo parece conspirar para que tomemos el camino más fácil.
Pero son aquéllos que se arriesgan a seguir su propia dirección los que más disfrutan el viaje.


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Fotos: ErinEatsCancer (www.abriskoutting.blogspot.com)